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Penultimátum

La fama de El Chavo

E

n el principio, en 1969, Roberto Gómez Bolaños era un guionista más que prestaba sus servicios en el canal 8, entonces perteneciente a Televisión Independiente de México, TIM, propiedad del Grupo Monterrey. Canal sin pretensiones y muy lejos de competir seriamente con la empresa que comandaba Emilio El Tigre Azcárraga. Sin embargo, fue la cuna de programas y personajes que han gozado del favor del Respetable, como La India María, Luis Manuel Pelayo, Raúl Velasco y Gómez Bolaños, años después absorbidos por Televisa cuando adquirió TIM.

Pero regresando al principio, a fin de poner orden en el área administrativa de TIM, trajeron de Monterrey y lo incorporaron como gerente general al empresario radiofónico Joaquín Vargas y Gómez, fundador de la primera estación de radio FM, Stereo Rey. Gómez Bolaños combinaba en esos días su tarea de guionista con la de actor. Era ya conocido como Chespirito, apodo derivado de Shakespeare-ito. Fue don Joaquín Vargas el primero en valorar su talento y en darle su propio programa en 1970: El Chapulín Colorado, remedo muy a la mexicana de Superman y Batman, los súper héroes que Estados Unidos divulgó por el mundo. El éxito del Chapulín sobrepasó todas las expectativas y pronto se convirtió en uno de los espacios más vistos en el país y el mundo de habla hispana.

Si El Chapulín Colorado gozaba de alto rating, más lo tuvo otro personaje que igualmente se hizo de gran popularidad: El Chavo, el muchacho de una vecindad que ilustraba el estilo de vida y las expresiones de las familias y la población menos favorecida, la de los jodidos a los que se refería El Tigre. El Chavo del 8 desbancó en su horario a los de la competencia, la poderosa Televisa. Su fama atravesó fronteras al grado de que Chespirito (El Chavo), María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina), Édgar Vivar (señor Barriga), Rubén Aguirre (profesor Jirafales), don Ramón (Ramón Valdés), Florinda Meza (doña Florinda) y Carlos Vivar (Quico) formaron el conjunto de figuras de la televisión más cotizadas y admiradas en México, América Latina y España. En sus giras por diversos países congregaban multitudes.

Sin embargo, Televisa acordó en 1994 dejar de grabar El Chavo, a pesar de su alto rating y ser un buen negocio. Gómez Bolaños dijo entonces no contar ya con la edad para representar a un joven: tenía 65 años y ningún deseo de ser Chabelo II. Sin embargo, las aventuras de El Chavo y El Chapulín Colorado se repiten desde entonces por uno de los canales de Televisa al igual que en numerosos países.

Los dos programas encabezados por Gómez Bolaños nunca tuvieron dignos sucesores en Televisa, muchísimo menos en los canales electrodomésticos. A 40 años de distancia, y parodiando a José Alfredo Jiménez, El Chavo sigue siendo el rey.