Esta crisis podría amenazar al sistema financiero mundial: EU
Viernes 24 de junio de 2011, p. 29
Bruselas, 23 de junio. El primer ministro griego, George Papandreou, solicitó este jueves oficialmente a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) otro plan de rescate para Grecia –el segundo en un año– para tratar de evitar la bancarrota del país, anunció la Unión Europea en un comunicado.
Ante la presión de Europa, el gobierno griego también se comprometió a aplicar una ronda adicional de alzas impositivas y recortes de gasto, pese al rechazo de la oposición y la sociedad.
La UE prometió hoy tanto la liberalización de 12 mil millones de euros (correspondientes al tercer tramo del paquete de rescate por 110 mil millones de euros, aprobado en mayo de 2010) como un segundo rescate para Grecia, a fin de evitar una bancarrota susceptible de provocar una nueva crisis financiera mundial. A cambio exigió que el Parlamento apruebe el plan de ajuste, cuyos detalles fueron acordados este jueves entre el gobierno y la troika: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, al término del primero de los dos días de una cumbre de la UE en Bruselas, dominada por la crisis financiera griega.
El programa prevé recortes sociales, alzas de impuestos, una ola de privatizaciones y una serie de medidas rechazadas en masa por la opinión pública, la oposición y los sindicatos, que convocaron un nuevo paro general para el 28 y 29 de junio, cuando el Parlamento discutirá el nuevo programa de austeridad exigido por Europa.
Tras un día de arduas discusiones en Atenas, el nuevo ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, logró un acuerdo con los inspectores de la UE y el FMI sobre las alzas adicionales de impuestos y recortes de gasto para cerrar una brecha de financiamiento de 3 mil 800 millones de euros.
En función del voto del Parlamento al nuevo plan, los europeos decidirán en una reunión clave el 3 de julio si desbloquean la ayuda por 12 mil millones de euros y si sientan las bases del segundo rescate, que se prevé ronde los 100 mil millones de euros y cuente con la participación voluntaria del sector privado.
Pese a la ayuda ya recibida y los severos recortes al gasto social, a la reducción de salarios y el alza de impuestos, Grecia no ha logrado salir de su crisis, mientras su deuda alcanza ya 150 por ciento del producto interno bruto (PIB), por lo que existen dudas de que incluso con una nueva ayuda financiera logre librarse de la bancarrota.
Los gobiernos mantienen contactos con los bancos tenedores de deuda griega para que acepten implicarse en el plan, aceptando prorrogar los vencimientos de los bonos. La banca griega fue la primera en aceptar esa propuesta, indicó el jueves el ejecutivo heleno.
El retraso de la ayuda y las divisiones sobre cómo poner a salvo a Grecia y por ende a la eurozona, inquietan desde hace tiempo a los mercados, pero Estados Unidos también empezó a decir alto y claro que es hora de tomar una decisión. Si no se logra resolver la situación
, la crisis griega podría amenazar
el sistema financiero europeo y mundial, previno el pasado miércoles el jefe de la Reserva Federal estadunidense, Ben Bernanke.