Dios es otro, eje de la entrega de mayo-junio de Conspiratio
El número 11 de la publicación fue presentado la noche anterior a la reunión del poeta con Felipe Calderón en el Castillo de Chapultepec
Viernes 24 de junio de 2011, p. 7
El poeta Javier Sicilia está en silencio, pero el pensador, el teólogo, el ensayista y el director de la revista cultural Conspiratio, no lo está, como tampoco ha callado, por supuesto, el ciudadano indignado que, junto a otros, busca una paz con justicia y dignidad. Por eso dicha publicación prepara para su número de julio-agosto un tema con título esclarecedor: La violencia de Estado, el fracaso de la transición
.
En él se intercalarán poemas y textos sobre las diversas caras de la violencia que afecta a niños, jóvenes, mujeres y a toda la sociedad mexicana, adelantó la jefa de redacción, Sara Schulz, quien dijo que el lenguaje político está tan desgastado que por eso se hace necesario recurrir a la poesía.
El grupo que edita Conspiratio, compartió Sicilia, decidió abordar el tema de la violencia al reunirse tras el asesinato de su hijo Juan Francisco y de todo el proceso posterior, en referencia al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, las protestas en Cuernavaca, la marcha al Distrito Federal, la Caravana del Consuelo a Ciudad Juárez y la reunión de este jueves con el presidente Felipe Calderón, en el Castillo de Chapultepec.
Sicilia habló la noche anterior a la reunión del jueves con Calderón, durante la presentación del número 11 de la revista, dedicado al tema Dios es otro: homosexualidad y experiencia de la gracia
, realizada en la Casa de la Cultura Jaime Sabines, en San Ángel.
Acerca del número 11, el poeta se refirió a la larga lucha de los homosexuales y las lesbianas por entrar a la conspiratio
–de la que se les había excluido–, en la búsqueda de un mundo y una atmósfera común, en la que quepan todos
.
El número también, dijo, habla del antiguo intercambio de alientos cristiano, que nos permite mirar de una manera común e igual lo que ha sido sentenciado, humillado, despreciado y desplazado por conceptos ideológicos
.
Se trata, agregó, de una conspiración
, pero como la de los primeros cristianos, que hacían una comunidad democrática al besarse en los labios e intercambiar sus alientos
, y que temían los romanos porque los ponían en crisis como imperio.
“Desde ahí hemos pensado y hecho los 11 números de la revista, reunidos en una ‘conspiratio’ cada mes, para reflexionar juntos y mirar a otros que se unen a la conspiración para que nos retroalimenten en estas páginas”, dijo en referencia a que cada edición monotemática se encarga a un coordinador invitado distinto.
No trata de partir de un hecho ideológico. Sí, la revista es cristiana, y la forma en que el cristianismo se ha expresado a lo largo del tiempo tiene estructuras y formas de decirse ideológicas. Pero nosotros tratamos de ir al sustrato del sentido común que hay en la tradición evangélica. Y desde ahí, volver a pensar el mundo y nuestra modernidad.
El nombre de la revista es en latín y no en español, abundó, porque conspiración
hace pensar en hombres y mujeres que se reúnen para derribar al Estado, desde la clandestinidad. “Algo de eso está en la palabra ‘conspiratio’, pero es más”, dijo, y habló de los dos momentos altos
de la antigua liturgia cristiana: la ‘conspiratio’ y la ‘comestio’.
En la presentación también participaron el teólogo Carlos Mendoza, coordinador invitado del número 11, y autor del ensayo La gracia de Cristo y la condición homosexual
, y la activista cristiana por los derechos humanos Judith Vázquez, quien escribió el artículo ”El matrimonio entre personas del mismo sexo en claves de exclusión”.