La ciudad del siglo XXI ha dejado de cumplir con una de sus funciones básicas: ser un mecanismo de integración social, y se ha transformado en un escenario de alta conflictividad social, lo cual genera condiciones propicias para que proliferen procesos de desintegración familiar y se incremente la violencia y la inseguridad social, aseguró Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al presentar los Resultados del estudio para darle rumbo a la ciudad de México hasta 2025 –elaborado por un grupo de destacados académicos de diferentes dependencias de la máxima casa de estudios y de otras universidades y centros de investigación de la ciudad–, la investigadora dijo que el Distrito Federal enfrenta hoy día una compleja realidad, que exige una serie de políticas públicas de largo plazo que permitan enfrentar y resolver los graves problemas económicos, sociales y urbanos que afectan a las grandes mayorías de la ciudadanía capitalina.

De acuerdo con la síntesis ejecutiva leída por Ziccardi, los especialistas hicieron un diagnóstico de cuatro temas fundamentales en esta capital: reactivación económica y generación de empleo, desarrollo urbano y calidad de vida, movilidad y transporte público, y educación y capacitación para el empleo.

En primer lugar, destacó que desde hace varias décadas la economía del DF presenta una fuerte disminución de las actividades industriales y una profunda expansión del sector de servicios, al cual se está incorporando personal de alta calificación, aceptando condiciones de precariedad, informalidad laboral y bajos salarios.

Respecto de la educación, dijo que es preocupante que se registren altos niveles de inasistencia y deserción escolar. Incluso, subrayó que las desigualdades educacionales son francamente persistentes y se corresponden con las marcadas desigualdades económicas y sociales que existen en la ciudad.

En materia de transporte, Ziccardi añadió que sigue siendo muy problemática la movilidad en el DF, lo que afecta el rendimiento en el mundo del trabajo, el descanso, la salud y la calidad de vida de los capitalinos.