Ponen en marcha oficinas especializadas para incrementar la obtención de patentes
Miércoles 22 de junio de 2011, p. 46
Para superar el divorcio
que existe entre el sector productivo y las universidades del país, algunas instituciones de educación superior han puesto en marcha oficinas especializadas en vincular las necesidades de ambos sectores, con el objetivo de incrementar la innovación tecnológica y la obtención de patentes.
Con la llegada de José Narro a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en noviembre de 2007, se replanteó la política de relación con las empresas, por lo que en mayo de 2008 se creó la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID), que específicamente se encarga de ese rubro.
Información de la CID destaca que la vinculación con el sector productivo es una prioridad, sin demérito de sus funciones sustantivas (docencia, investigación y difusión), del ejercicio de la autonomía universitaria y haciendo todo lo necesario para guardar equilibrio con las ciencias sociales y las humanidades. Hoy, en la CID los orientamos, al grado de decirles nombre y apellido de los investigadores
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Para facilitar la relación entre académicos e industriales, esta oficina estructura ofertas de tecnología para las compañías, apoya el proceso de negociación para transferirla, brinda asistencia técnica o consultoría especializada, impulsa la generación de empresas de base tecnológica a partir de incubadoras y asesora jurídicamente las gestiones para la vinculación.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) creó apenas en 2004 la Unidad Politécnica para el Desarrollo y la Competitividad Empresarial (UPDCE), uno de los escasos organismos del país donde expertos en temas legales asesoran a los investigadores para agilizar la obtención de una patente.
Aceitamos la maquinaria
No queremos que los científicos realicen todo este trámite solos, porque eso los ha vuelto muy escépticos. Lo que hacemos es aceitar un poco la máquina para que ellos se dediquen a lo suyo y nosotros a lo complementario
, explicó María del Pilar Pérez, subdirectora de transferencia de desarrollos tecnológicos de esa oficina.
El principal objetivo de la unidad es hacer ver a los investigadores que publicar artículos y patentar no son labores contrapuestas, y que al elegir desarrollos tecnológicos susceptibles de ser transferidos a empresas pueden ganar dinero ellos, hacerselo ganar a su universidad y generar un beneficio social.
El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados también da impulso a este tipo de oficinas. El 75 por ciento de las patentes que ha solicitado de 2000 a la fecha se consiguieron gracias a la asesoría que han recibido sus investigadores, quienes ya han empezado a adquirir mayores conocimientos sobre regalías y propiedad intelectual, aseveró Luis Carreño, subdirector de vinculación tecnológica.
Aunque este proceso se lleva su tiempo, tarde o temprano la inversión que se hace va a generar beneficios. Las patentes dan mayor fiabilidad económica y respaldo jurídico a los inventos, y eso es muy preciado por las empresas, porque saben que somos los legítimos propietarios de la tecnología que les estamos transfiriendo
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