Miércoles 22 de junio de 2011, p. 31
Belfast, 21 de junio. Dos personas sufrieron heridas de bala durante disturbios entre protestantes y católicos en Belfast, informó la policía, en lo que políticos locales describieron como el peor episodio de violencia en la última década ocurrido en el Ulster.
Unas 500 personas, muchas de ellas jóvenes encapuchados, arrojaron ladrillos, fuegos artificiales y bombas de combustible en la zona de Short Strand, un enclave católico en la zona predominantemente protestante de Belfast.
La policía respondió con disparos de granadas aturdidoras y señaló que dos hombres fueron hospitalizados con heridas de bala después de que ambos bandos dispararon armas de fuego.
El estallido de violencia llega en el inicio de la temporada de marchas en Irlanda del Norte, una época en que los protestantes realizan desfiles que dieron lugar a violentas protestas de católicos.
No puedo recordar en la última década una situación como ésta en Short Strand
, dijo Colm McKevitt, legislador de un partido nacionalista irlandés en el Parlamento regional. No augura cosas buenas para la ciudad en el comienzo de la temporada de marchas, tras unos años relativamente buenos
, añadió.
The Independent sostuvo que se trató de un incidente aislado y aseguró que la mayor parte de la población del Ulster ha dejado atrás sus diferencias
.
La policía culpó del inicio de los disturbios a miembros de Fuerza Voluntaria del Ulster, en el pasado uno de los grupos paramilitares pro británicos más letales de Irlanda del Norte.
El grupo dijo hace dos años que había completado la entrega de sus armas, igual que otros militantes tras el acuerdo de paz de 1998, que terminó con tres décadas de violencia en la provincia controlada por Gran Bretaña.
Irlanda del Norte fue devastada en choques entre leales, protestantes que quieren seguir siendo parte de Gran Bretaña, y republicanos, principalmente católicos, que desean unirse a Irlanda.