Miércoles 22 de junio de 2011, p. 40
Monterrey, NL. Los padres o madres que se nieguen a convivir con sus hijos podrán hacerse acreedores a sanciones económicas, arresto o pérdida de la patria potestad y, en caso de matrimonios, será posible causal de divorcio, según reformas a la Constitución del estado aprobadas ayer en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, que próximamente serán llevadas a la consideración del pleno. Héctor García, diputado priísta presidente de dicha comisión, consideró que con las modificaciones al artículo primero de la Constitución estatal se elevará a rango constitucional el derecho a la cultura física y el deporte.