Dejar el canon, las listas prestablecidas y permitir que sea la música, no los autores o los periodos, la que cuente su historia. De ahí parte el investigador Raúl Zambrano para dar forma al libro La música en Occidente, que forma parte de la colección Historia Mínima, de El Colegio de México (Colmex).

Este volumen es una historia de la música que habla de la música. No es lo mismo hacer la historia de los protagonistas de la música, los actos musicales o la anécdota que está alrededor, que hacer la historia de la música, manifiesta el historiador y músico, fundador del cuarteto Manuel M. Ponce.

Dedicado desde hace años a la divulgación musical mediante publicaciones o programas de radio, Raúl Zambrano destaca que “es más interesante hablar de la música, porque entonces se despierta un apetito musical y no histórico, es decir, te interesas por escuchar esa música de la que se habla.

“Decidí por ello hablar de la obra, pues no podemos hablar de la historia de la música como una lista de compositores que trascendieron a su periodo, porque ese es el ejercicio que hacen todas las historias de la música: darte la lista de lo que está bien y dejar fuera a todos los que no funcionan. Pero el canon y la crítica se equivocan y cada 10 años hay que revisar de nuevo esas listas. Hoy podemos decir como comunidad musical que hace, interpreta y escucha música, que no oímos igual que hace una década y que hay un montón de autores que hemos pasado por alto. Ya estuvo bien de decir ‘esta es la lista buena’.”

–Entonces, ¿el libro pretende alejarse del canon?

–Definitivamente. El canon justifica nuestro interés por un autor y nuestro desinterés por otros. Es cierto que no podemos escucharlo todo o saberlo todo, pero cuando decidimos recordar y olvidar tiene que ser con base en la música, no en el canon. Éste se construye después de la experiencia cotidiana de la música, no antes, porque el canon no determina el futuro de la música, sino lo que pasó”.

Para mí, añade, la historia de la música tiene que ser el resultado del diálogo de todos los involucrados mientras está pasando. Por eso la idea que planteo en el prólogo de que en la música no hay originales, sino copias; lo único que existe es la interpretación musical: el texto de Beethoven o Bach están en un museo, pero eso no representa la música, lo que la representa es cuando alguien se sienta y la interpreta.

De esta manera Historia mínima: La música en Occidente es un ejercicio que permite al lector armar su propia historia, porque existen tantas historias de la música como personas que escuchan música.

Raúl Zambrano, quien coordinará un volumen especial dedicado a la música en México, también dentro de la colección Historia Mínima, señala que en el país se ha aplicado la noción europea de la historiografía: basada en los autores y los periodos históricos.

“En los pasados 20 años se ha acumulado información a tal grado de autores, periodos y prácticas musicales que ya se puede hacer un índice que no sea el tradicional europeo, sino uno que corresponde a la práctica que desarrolló una historia de la música aquí.

Estamos justo en un buen momento para hacer las nuevas síntesis históricas a ese respecto y ya se están haciendo. Existen varias publicaciones que están a punto de salir de editoriales como el Fondo de Cultura Económica.

El libro Historia mínima. La música en Occidente se presentará mañana a las 18 horas en el auditorio Alfonso Reyes de El Colmex (Camino al Ajusco, número 20. Pedregal de Santa Teresa), con la participación de Lourdes Turrent, Ricardo Miranda, Jorge Volpi y Andrés Lira, éste como moderador.