Tras desmentir inicialmente el ataque la alianza atlántica reconoce el error
Martes 21 de junio de 2011, p. 25
Trípoli, 20 de junio. El gobierno del líder libio Muammar Kadafi denunció hoy la muerte de 15 civiles –entre ellos tres niños– en un nuevo ataque erróneo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la localidad de Surman, al oeste de la capital. Según la alianza atlántica, el blanco fue centro de comando y control de alto nivel
.
El ataque fue contra la residencia de Juildi Hemidi, quien formó parte del consejo de mando de la revolución de 1969, que llevó a Kadafi al poder.
Las autoridades libias dijeron que el inmueble fue alcanzado por ocho misiles
. Hemidi escapó sano y salvo, pues durante el ataque estaba en un edificio que sólo tuvo daños parciales.
Bajo mandato de la Organización de Naciones Unidas, la coa- lición internacional liderada por Estados Unidos inició una intervención aérea el 19 de marzo en Libia para proteger
a los civiles de la represión del régimen de Kadafi. El 31 de marzo, la OTAN tomó el mando de las operaciones.
El vocero del régimen, Musa Ibrahim, afirmó que el bombardeo causó 15 muertos, entre ellos tres niños
, y denunció un acto terrorista y cobarde, que no se puede justificar
.
Funcionarios libios llevaron a reporteros hasta Surman, donde los wquipos de rescate buscaban sobrevivientes. Luego, los periodistas fueron llevados a un hospital en la cercana localidad de Sebrata y ahi pudieron ver nueve cadáveres, incluyendo los de tres niños, además de restos de otros cuerpos.
Tras desmentir inicialmente el ataque, la OTAN rectificó y reconoció el bombardeo. En una declaración afirmó que sus aviones realizaron un ataque de precisión en la región de Surman. Además, indicó que está al corriente
sobre las víctimas, pero no dispone de medios para confirmar el balance del gobierno libio.
Este sería el tercer ataque errado de la alianza atlántica. El domingo admitió haber matado por error
a nueve civiles en Trípoli. El sábado, reconoció que atacó accidentalmente una columna de vehículos rebeldes en la región de Brega, el 16 de junio.
Según analistas, este nuevo incidente podría complicar las operaciones de la OTAN, que empieza a sentir el peso de una misión que dura más de lo previsto y cuyo costo excede lo planeado.