Torreón, 19 de junio. Nueva Zelanda ganó ayer con facilidad 4-1 a Uzbekistán en el primer partido del Grupo D de la Copa del Mundo de Futbol Sub-17, en Torreón, con tres tantos del mediocampista Stephen Carmichael.

Uzbekistán, que debutó en un mundial de esta categoría, lanzó los primeros ataques del partido, pero en una acción desafortunada facilitó el primer gol al combinado de Oceanía, en el minuto 10.

Carmichael inauguró su cuenta personal al aprovechar un malentendido entre dos zagueros en el área uzbeka, que le dejaron en bandeja un disparo franco.

Tras el segundo tanto de Carmichael, a los 36 minutos, el delantero uzbeko Khakimov logró reducir la ventaja antes de que los equipos se fueran al descanso en el estadio Nuevo Corona.

El tanto de Khakimov, la gran referencia ofensiva de los uzbekos, resultó muy vistoso al impactar de volea un pase alto para encajar el balón en la portería del arquero Basalaj, a pesar de contar con escaso ángulo.

En la reanudación, la historia se repitió y, tras un buen inicio de los asiáticos, Carmichael anotó el 3-1 con un remate dentro del área en posición dudosa.

Jordan Vale, aprovechando de nuevo las facilidades defensivas, situó el definitivo 4-1 con una volea después de tiro de esquina desde la línea de fondo.

Con el pie derecho

La selección de Estados Unidos abrió con un triunfo su participación en el Campeonato Mundial de Futbol Sub-17 México 2011, al derrotar, en el cierre de la jornada dominical, a su similar de la República Checa por 3-0.

Los goles de este partido, que se escenificó ante una buena entrada en el estadio Corona TSM de esta ciudad, fueron obra de Alejandro Guido en el minuto cinco, de Esteban Rodríguez, quien marcó al 51 de acción, y de Alfred Koroma, quien cerró la cuenta al 89.

El triunfo pone a Estados Unidos empatado en el primer lugar del Grupo D de este certamen con Nueva Zelanda, al sumar ambos cuadros tres unidades, pero con mejor diferencia de goleo de los neozelandeses, mientras con el descalabro la República Checa se quedó sin puntos.

El duelo decantó en favor de los estadunidenses muy temprano, ya que cuando apenas se habían jugado cinco minutos de juego, Svoboda no controló el esférico y el rebote le cayó a Alejandro Guido, quien sin pensarlo mucho lanzó potente disparo que batió la estirada del arquero Zima y puso arriba a su escuadra 1-0.

Con el marcador favorable, los representantes del país de las barras y las estrellas se asentaron en la cancha y empezaron a desarrollar su juego práctico, donde primero se defendían bien para después buscar algunos venenosos contrataques.

Los checos, más a base de entrega y empuje que de buen futbol, tuvieron algunas oportunidades, pero la mala puntería de sus atacantes y la suerte del arquero McIntosh evitaron que los centroeuropeos pudieran igualar el marcador.

Los estadunidenses terminaron por definir el juego en su favor en los primeros compases de la segunda mitad, cuando Marc Pelosi logró desbordar por la banda derecha, entró al área y mandó servicio retrasado a Esteban Rodríguez, quien con toque cruzado envió la pelota al fondo de la portería checa para el 2-0.

Cuando todo indicaba que el partido transcurriría sin novedad, un chispazo de Alfred Koroma, quien había ingresado de cambio por Mario Rodríguez, dio cifras definitivas tras quitarse a dos adversarios y mandar potente tiro de zurda que entró raso al segundo poste y subir el 3-0 final, al 89.

El árbitro de este encuentro fue el argentino Diego Abal, quien no tuvo mayores problemas para llevar el cotejo y que sólo mostró tarjeta preventiva al estadunidense Tarik Salkicic.