Discurso y reservas petroleras
Declive y riqueza sobreestimada
Crecen costos de producción
antos y tan variados son los cotidianos autoelogios del inquilino de Los Pinos, que en la residencia oficial de plano decidieron organizarlos por tema, calendarizarlos y redactar los discursos de acuerdo con esa dinámica. Por ejemplo, el viernes toca autoalabanza por el sólido
crecimiento económico alcanzado en el sexenio; el miércoles, por el innegable
desarrollo social; el lunes, por las cifras históricas
en empleo, y así de la A a la Z. Inagotable la agenda, el pasado jueves tocó autocebollazo por el incremento
de las reservas petroleras.
Dijo el susodicho (se respeta sintaxis): después de varias décadas de pérdida preocupante de nuestras reservas petroleras, en este sexenio, finalmente, México está logrando un aumento sostenido en la tasa de sustitución de reservas. Por ejemplo, al 31 de diciembre de 2010, si habláramos sólo de reservas probadas, logramos ya una tasa de restitución de más de 85 por ciento, y al ritmo que vamos, vamos a lograr llegar a la tasa objetivo de 100 por ciento de reservas probadas. Pero si consideramos las reservas totales, probadas, probables y posibles de Pemex, esta tasa de restitución se ha alcanzado ya e, incluso, se ha rebasado. Hoy México tiene ya una tasa de reposición de reservas totales de más de 100 por ciento. En otras palabras, y me da mucho orgullo decirlo, es la primera vez, es la primera vez para Pemex, desde el año de 1979, la primera vez en más de 30 años, que las reservas totales de Pemex empiezan a crecer
.
Qué bonito discurso, pero de crecimiento nada; en el mejor de los casos, lentamente habría iniciado la reversión de la tendencia negativa, pues entre el volumen de reservas probadas el día de su llegada a la residencia oficial (más de 21 mil millones de barriles) y el anunciado el pasado jueves (poco más de 14 mil millones; ambas cifras de Pemex) se registra una caída cercana a 33 por ciento (algo así como 7 mil millones de barriles). ¿Dónde estaría el crecimiento
por primera vez desde 1979? (la misma pregunta para empleo, bienestar, sólido
avance económico, etcétera, etcétera).
Los analistas de la Cámara de Diputados lo plantean así (las cifras son de San Lázaro): al finalizar 2009, Pemex Exploración y Producción presentó un nivel de reservas totales (probadas, probables y posibles) por 43 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, cantidad menor en 22.3 por ciento a los 56 mil millones reportados en 2000. La tendencia muestra que las reservas continuarán a la baja en el mediano plazo, como lo confirma Cantarell y el lento desarrollo de otros activos, por lo que de no existir políticas y estrategias para intensificar las actividades de exploración y producción en otros posibles campos de producción, así como la investigación y desarrollo de proyectos en aguas profundas, se podría manifestar un riesgo de insuficiencia de hidrocarburos en el corto plazo. La demanda interna de petróleo crudo podría quedar descubierta para la producción de gasolinas y gas natural, así como para comercializar el crudo en el mercado internacional.
Por su parte, apuntan los analistas de San Lázaro, las reservas probadas presentaron una tasa promedio anual negativa de 8.7 por ciento, toda vez que desde 2000 no ha sido revertida la tendencia de caída en su cuantificación y pronóstico, de tal manera que respecto de ese año el resultado presentado fue inferior en 55.7 por ciento. En 2009, las reservas probadas sumaron 10 mil 400 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y en 2000 totalizaron 23 mil 500 millones, una diferencia negativa superior a 55 por ciento.
En un comparativo internacional se puede observar que en sólo 10 años (los correspondientes a los dos gobiernos panistas) las reservas probadas de petróleo de Pemex se deterioraron sensiblemente, al pasar de 21 mil 500 millones de barriles en 1999, a 11 mil 700 en 2009. En contraste destacan las reservas probadas de Venezuela, que se incrementaron de 76 mil 800 millones de barriles en 1999 a 172 mil 300 millones; la Federación Rusa, de 59 mil 200 a 74 mil 200 millones; Canadá, de 18 mil 300 a 33 mil 200 millones en el mismo periodo; y Brasil, 8 mil 200 a 12 mil 900 millones de barriles. De la muestra de los 19 principales países productores en el mundo, México es el que observó el mayor declive en sus reservas probadas en esos 10 años.
El agotamiento de las reservas de fácil extracción o de bajo costo, significa que de no encontrarse nuevos yacimientos similares a Cantarell, la estructura de costos de Pemex PEP se modificará radicalmente y se requerirán montos de inversión en explotación y producción significativamente mayores a los actuales para extender el plazo de los niveles de producción vigentes o incluso menores, advierten. En tal disyuntiva, Pemex requiere mayor inversión para canalizarla, en proporción creciente, a investigación y desarrollo de nuevos activos con características similares a los que están en operación. Esa sería la única manera de mantener una estructura de costos de extracción que no erosione radicalmente los márgenes operativos y la tasa de rendimiento de la inversión.
Pemex destina mayor financiamiento para incrementar los niveles de inversión a fin de estabilizar los niveles de producción de los activos más grandes, sostienen los analistas de la Cámara de Diputados. Sin embargo, “el registro de reservas de petróleo crudo se había sobrestimado. Del total de reservas probadas originalmente estimadas para los 10 activos más importantes sólo es explotable (a costos de extracción históricos de entre seis y siete dólares por barril) el 29.5 por ciento. Datos de Pemex confirman que el 70.5 por ciento restante se constituye por reservas de difícil acceso y, una vez que se agote el remanente, el costo de producción por barril podría incluso triplicarse.
El proyecto más ambicioso de Pemex durante los próximos años (Chicontepec, donde sólo 2.8 por ciento del total de reservas es explotable, con elevados costos) tendrá costos de producción tres o cuatro veces superiores a los de Cantarell (en el último quinquenio se ubicaron entre 13 y 17 dólares por barril), y es una de las tres zonas con mayores costos de producción, incluidas la del activo Poza Rica-Altamira (20 dólares por barril) y Cinco Presidentes (más de 14 dólares). Los costos de producción en aguas profundas podrían resultar superiores.
Las rebanadas del pastel
Calderón sigue con los chistes: en materia de radio y televisión hemos cerrado la puerta a la discrecionalidad que prevalecía en el pasado. Nunca más serán motivos políticos los que determinen si una concesión se otorga o no. No hay concesiones de orden político
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