Islas Azores, 15 de junio. Luego de recorrer 4 mil 250 millas marinas, la velerista en solitario Galia Moss suspendió su periplo rumbo al Mar Mediterráneo desde el continente americano, debido a fallas derivadas de problemas técnicos en su embarcación El Azul.

“Estoy muy contenta con lo alcanzado: 4 mil millas recorridas, 708 niños beneficiados y volver a llevar la bandera mexicana a través del océano Atlántico no pueden ser más que motivo de orgullo.

Sin embargo, también tengo una gran frustración. Esta es la tercera vez que debo detenerme por fallas en el velero que me han impedido seguir la ruta establecida, dijo.

La primera mujer mexicana en cruzar en solitario el Golfo de México y el océano Atlántico norte expuso en un texto enviado desde las islas Azores, frente a las costas de Portugal, que “desafortunadamente, en estos momentos las condiciones de El Azul no son seguras ni viables para terminar la travesía”, ya que el problema no es seguir haciendo reparaciones constantes, sino que se le acabó el presupuesto para la hazaña marítima.

Seguir reparando pequeñas fallas no es el problema; temo que todos estos contratiempos juntos sí lo son y no me debo arriesgar: Debo humildemente entender que lo mejor es detenerme aquí y no arriesgar mi vida, agregó.

La navegante solitaria mencionó que parte de un reto también es saber decir hasta cuándo. Me entristece terriblemente tener que parar, el apoyo incondicional que he recibido de mis patrocinadores sería sin duda el motor principal para seguir adelante y la energía de toda esa gente que me sigue y cree en mí.

Con el mensaje de que pronto estará de vuelta en México, Galia Moss fue clara al exponer: Para alcanzar un reto o un sueño hay que intentarlo, si no nunca probaríamos el sabor del triunfo ni del fracaso, el cual nos lleva a mejorar. En este caso es un triunfo haberlo intentado, llegar hasta donde llegué y lograr algo que muy poca gente ha hecho.

De la Redacción