Querétaro, Qro., 12 de junio. Precaución, inmueble en riesgo, reza una manta puesta en la fachada del conjunto de viviendas ubicado en los números 10 a 16 de la calle Gutiérrez Nájera, en el centro histórico de Querétaro. Es uno de 72 inmuebles catalogados Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1996 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y cuyos daños estructurales como fisuras, grietas, techos y paredes caídos los tienen a punto del colapso.

En el Catálogo de Monumentos Históricos Inmuebles realizado en 2003 por el gobierno de la entidad y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se indica que ese conjunto es de los siglos XIX y XX pero no se usa, y el estado de su fachada es muy malo, pues tiene despren-dimiento de aplanado y las repisas y jambas (sostenes de los marcos de las puertas) se están fracturando.

Sobre la fachada del inmueble de Gutiérrez Nájera la manta de la Unidad Municipal de Protección Civil también advierte a los transeúntes el peligro de un desplome; pero como su caso hay otras de las construcciones no sólo del centro histórico de la capital sino de los 18 municipios de la entidad, incluidas en cinco mil fichas del catálogo con su ubicación, planos, fotografías, descripción arquitectónica y datos históricos.

El inventario incluye mil 989 inmuebles del municipio de Querétaro, de los cuales hay 127 sin uso, 406 están destinados al comercio y 187 a casa-habitación. De ellos mil 701 son propiedad privada; 71 son federales, 22 estatales y 44 municipales, destinados a ser oficinas, capillas, parroquias, escuelas, museos, teatros, galerías y jardines.

A su vez el estudio Perspectivas del medio ambiente urbano elaborado por el Consejo de Ciencia y Tecnología, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el gobierno estatal, señala que el centro histórico abarca 390 hectáreas donde hay casi 2 mil edificios considerados monumentos históricos.

Una casona abandonada en el centro histórico de la ciudad de Querétaro. Muchos de estos inmuebles están desiertos, pues darles mantenimiento o pagar el impuesto predial resulta muy caro, según los expertosFoto Demián Chávez

En la última década parece haberse diluido el interés por la conservación del patrimonio. El centro histórico se ha despoblado y muchos inmuebles que fueran casas habitación por siglos hoy son oficinas y despachos; además se ha desplazando a los establecimientos y talleres tradicionales, indica el documento.

También refiere que de mil 740 inmuebles catalogados monumentos históricos, 92.7 por ciento fueron originalmente viviendas y la cantidad se redujo a 54.7 por ciento en la última década, lo que refleja el abandono de los edificios, según el levantamiento realizado por el Patronato del Centro Histórico en 2004, que señala los 72 edificios en mal estado (4.14 por ciento del total), y otros 179 en riesgo por las plagas y la viguería dañada.

Jaime Font Fonsi, director de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, dijo que los inmuebles de los siglos XVII, XVIII y XIX pueden recibir mantenimiento a precios razonables según su nivel de deterioro; pero al tratarse de bienes privados el gobierno estatal no puede intervenir sino sólo asesorar en su rehabilitación.

Los dueños de esos edificios pueden realizar apuntalamiento, tapar grietas, cimentar o reparar pisos y cambiar vigas a costos que van de 4 mil a 10 mil pesos. Incluso, el costo de un inmueble antiguo es similar al de una vivienda nueva pues no hay gran variación de materiales, explicó el funcionario.

Sin embargo el titular de la Desarrollo Urbano, Sergio Chufani Abarca, declaró a la prensa local que se analiza requerir a los propietarios demoler los inmuebles a punto del colapso que son 60 y no 72 como reporta el estudio.