Mexicali, BC, 12 de junio. El Congreso de Baja California determinó la procedencia de juicio político contra la síndica procuradora del ayuntamiento de Tijuana, Yolanda Enríquez de la Fuente, a raíz de que jefes policiacos y agentes municipales liberaron a una pareja detenida en posesión de droga en la zona oriente de dicha ciudad, luego que la mujer aceptó ofrecer un espectáculo desnudista a una docena de servidores públicos adscritos a la dirección de seguridad pública municipal.

La comisión jurisdiccional de la legislatura estatal aprobó por unanimidad iniciar juicio político en contra de Enríquez de la Fuente, titular de sindicatura municipal de Tijuana, informó el diputado Julio Felipe García Muñoz, coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

El regidor Erwin Areizaga Uribe, coordinador de regidores de la fracción del Partido Acción Nacional en el cabildo de Tijuana, acusó a la funcionaria municipal priísta de encubrimiento, por omitir realizar acciones correctivas en contra de 15 elementos de la policía municipal señalados como responsables de presionar a una detenida para que realizara actos eróticos contra su voluntad”.

La noche del 15 de abril un varón y una mujer fueron arrestados en Tijuana, en posesión de más de 50 dosis de drogas sintéticas. El hombre fue llevado a una celda y la mujer a una sala de juntas de la comandancia. Ahí, la presionaron para que se desvistiera sobre una mesa y bailara para los policías.

Uno de los uniformados grabó con su teléfono celular la escena, la cual habrían presenciado mandos y personal operativo. Al terminar, la mujer y su pareja fueron liberados.

Uno de los policías presentó una queja ante la sindicatura municipal y aseguró que sus compañeros lo acusaron de haber hecho circular el video para presionarlo. Un mes después, cuando el video llegó a los medios, se inició un procedimiento administrativo contra los policías involucrados, quienes fueron suspendidos.

En su descargo, varios de los acusados dijeron que la detenida era bailarina de un centro nocturno, por lo que, según ellos, no había delito qué perseguir.