Por medio de exámenes de laboratorio nunca podrá conocerse si los cinco jugadores mexicanos que dieron positivo por clembuterol lo ingirieron en carne contaminada o de otra manera, ya que las pruebas no determinan cómo llegó el fármaco a sus cuerpos; y aunque la cantidad consumida varía considerablemente en una comida y un medicamento, cada cuerpo lo procesa de forma diferente, reveló Juan Manuel Herrera, director de Medicina y Ciencias Aplicadas de la Conade.

La analítica es detectar los metabolitos de clembuterol. Un estudio de análisis en un laboratorio acreditado no discrimina si proviene de un fármaco o de una carne contaminada. La FMF tendría que evidenciar documentalmente los dichos de cómo entró la sustancia al cuerpo, explicó.

El experto agregó que tampoco

resulta posible conocer la dosis que ingirieron, porque se trata de una sustancia que se sanciona solamente con la identificación de su presencia y, aunque síntomas y reacciones adversas llegan en general tras un consumo elevado, dependen de la biodisponibilidad y la farmacogenética de cada deportista así como de la resistencia y la susceptibilidad.

Sin embargo, si el causal del positivo fue una pequeña dosis en la comida, como asegura la FMF, el caso podría quedar esclarecido tras los exámenes que se realizaron este viernes en Estados Unidos, apuntó Roberto Rodríguez Nava, jefe de servicios médicos de Pumas.

Si fue por ingerir carne, los jugadores ahorita no tienen ninguna sustancia en su organismo. Se elimina rápidamente. El problema es cuando se consume a largo plazo, señaló el médico, quien confía que se trate de un caso de dopaje involuntario, porque hay una estadística del sector salud que habla de que el año pasado hubo más de 700 personas intoxicadas con clembuterol. Es frecuente que utilicen esta sustancia que no es permitida para el crecimiento de los animales.

En lo deportivo, el clembuterol es un problema relativamente nuevo pero creciente. En el caso de dopaje nos están apareciendo en diferentes partes del mundo, con diferentes atletas, con diferentes disciplinas, amén de los casos de intoxicación en la población por haber ingerido carne contaminada, reconoció Herrera.

Cuando se trata de medicamentos que lo contienen, no son anabólicos pero tienen efecto anabólico, aumentan el volumen del músculo, el transporte de oxígeno y la captación de oxígeno por los tejidos, y eso aumenta el rendimiento, agregó Rodríguez Nava.

De momento no hay respuesta unívoca al conflicto, indicó Herrera, sino una estrategia que incluye educación analítica por medio de controles antidopaje, investigación científica y coordinación y el apalancamiento con otras instancias no deportivas para prevenir el tráfico de sustancias dopantes.

Herrera consideró que es una situación que se tiene que investigar, hay que hacer un estudio epidemiológico sobre todo de los patrones de ocurrencia para establecer la relación causal.

Agregó que hay preocupación en la Conade por este caso; sin embargo, el tema va más allá del deporte. Este es un problema de salud pública.