Respecto de la polémica abierta por la propuesta de construir un museo cuya fachada moderna, en opinión de algunos, rompería con el entorno arquitectónico del Templo Mayor, según ha publicado La Jornada en días recientes, los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma, Leonardo López Luján, Carlos Javier González y Raúl Barrera manifiestan que los trabajos arqueológicos deben ser una prioridad y tener continuidad en el predio Las Ajaracas.

Señalaron que el Consejo de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es quien debe emitir opinión sobre la fachada de acero del nuevo recinto dedicado a la deidad mexica de la Tierra, así como su integración al entorno.

Los expertos, quienes han trabajado por más de 30 años en el Templo Mayor, aseveraron que la prioridad en el proyecto Casa de Tlaltecuhtli debe ser la continuidad de las exploraciones arqueológicas, porque constituyen la oportunidad única e irrepetible para conocer un sitio de enorme trascendencia histórica.

Hasta ahora –plantearon– esas investigaciones han recibido el apoyo de la Dirección General, la Coordinación Nacional de Arqueología y el Consejo de Arqueología del INAH, pero debe considerarse que aún está pendiente la exploración en el predio de La Casa de las Campanas, la cual deberá realizarse conforme a los protocolos científicos internacionales.

En el texto, signado por los expertos, encabezados por López Luján, director del Proyecto Templo Mayor y quien dirige las excavaciones en búsqueda de las tumbas de tlatoanis, señalan, que en 2007 fueron convocados a diversas reuniones con la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, tras las cuales les fue presentado el proyecto arquitectónico de Francisco Serrano.

Al respecto, aclararon, entregamos en septiembre de 2009 una serie de señalamientos y recomendaciones de carácter arqueológico, de conservación y museografía, los cuales implicarían una adecuación del proyecto del arquitecto Serrano y, hasta el momento, ignoramos si han sido tomados en cuenta.

Sostienen que al margen de los trabajos de construcción del nuevo recinto y de un mejor acceso al sitio prehispánico, la actual ubicación de la lápida de Tlaltecuhtli en el vestíbulo del Museo de Templo Mayor constituye un emplazamiento digno que favorece su conservación y permite apreciarla desde diferentes ángulos y alturas.

En Las Ajaracas, tras el hallazgo de Tlaltecuhtli en 2006, se han descubierto ofrendas que permiten proseguir la búsqueda de restos mortuorios de jerarcas mexicas.

Por su parte, Inti Muñoz Santini, director del Fideicomiso Centro Histórico urgió al INAH para que presente a la brevedad y de manera oficial el proyecto integral del nuevo museo, mediante el cual se pretende dotar de equilibrio urbano al corazón de la urbe.

En ese proyecto, confirmó el funcionario, se considera la reordenación de la zona arqueológica, la plaza Seminario y el polígono del Zócalo, así como la apertura –como corredores peatonales– de las calles Guatemala, Argentina y Licenciado Verdad.

Manifestó que el tema sobre la decisión de qué tipo de edificio se construirá en Las Ajaracas no debe dar pie a un conflicto sino a la búsqueda de un gran acuerdo y de una solución a corto plazo.