Viernes 10 de junio de 2011, p. 28
Nueva York, 9 de junio. El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, acusó al líder libio, Muammar Kadafi, de usar la violación sexual de arma de guerra contra cientos de mujeres en el conflicto armado.
Señaló que se tienen pruebas de que Kadafi ordenó violaciones masivas y compró cargamentos de drogas sexuales, tipo viagra, para estimular a las tropas que enfrentan a los rebeldes y llevar a cabo los ataques a las mujeres.
La representante especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la violencia sexual en conflictos, Margot Wallstrom, estimó que debido al estigma que acarrea la violencia sexual en Libia, los casos de violaciones pueden ser tan sólo la punta del iceberg
de una práctica bastante extendida.
Explicó que la violencia sexual cuenta con un elevado grado de estigmatización en Libia y es muy poco probable que las supervivientes denuncien los crímenes.
Por su parte, una misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que viajó a Libia habló de 10 mil a 15 mil muertos de ambos bandos en los cuatro meses de conflicto, e indicó que halló evidencias de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas oficiales, incluidos ataques a civiles y trabajadores humanitarios.
Trípoli rechazó las acusaciones y responsabilizó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a los rebeldes de los atropellos en ese sentido.
En tanto, el Grupo Internacional de Contacto prometió ayuda a los rebeldes por mil 100 millones de dólares, mientras Estados Unidos y Australia reconocieron al Consejo Nacional de Transición como interlocutor legítimo
.
Los rebeldes señalaron que esperan reactivar la producción de petróleo en hasta mil 100 mil barriles por día para aumentar sus finanzas, mientras la OTAN reanudó sus bombardeos en Trípoli.