En una soleada mañana en el estadio Olímpico Universitario, cerca de 300 niños tuvieron el privilegio de tirarle un penal a Iker Casillas, capitán de la selección española campeona del mundo y del Real Madrid.

Luis Felipe Calderón Zavala, hijo del Presidente, estuvo allí y además se llevó foto, abrazo, guantes firmados y videograbación, que realizaron elementos del Estado Mayor.

Aunque Casillas atajó su disparo, salió emocionado del campo. ¡Padrísimo!, tirarle al mejor arquero del mundo para mí..., dijo a La Jornada antes de ser regañado por uno de sus escoltas, quien le recordó no puede dar entrevistas y lo dirigió hacia el grupo donde estaban sus hermanos María y Juan Pablo, que también intentaron hacer gol.

Ya entre pares, Luis Felipe y otros invitados especiales, hijos de cantantes y actores, se confundieron con el grupo de niños y niñas que estaban allí para tomar una clínica de futbol, presentación de un programa de becas para menores de escasos recursos.

Se entregarán 25 mil mensualidades de mil pesos a niños de primaria, preferentemente hijos de migrantes y con alto promedio, para que no abandonen sus estudios, explicaron Ignacio Deschamps, director general del grupo Bancomer, y Gustavo Lara, encargado de la fundación de la entidad financiera, en rueda de prensa previa.

Allí, el portero español, quien encabeza una fundación altruista y es embajador de buena voluntad de Naciones Unidas, expresó su apoyo al proyecto porque es un poco el devolver a la sociedad lo que el futbol te ha dado. Es ayudar a la gente que realmente lo necesita y a la gente que el día de mañana va a ser protagonista, porque son los que tienen el futuro por delante.

Luis Felipe Calderón tira un penal al portero español Iker Casillas durante una clínica de futbol en Ciudad UniversitariaFoto Marco Peláez

Pero también respondió decenas de preguntas de un nutrido grupo de periodistas. Habló de todo un poco, de México, el Real Madrid y de su país.

Al Tri le recomendó apostar a un proceso de largo plazo y confiar en los jóvenes para encontrar así un prestigio, una forma de jugar y un estilo propio.

Como argumento recordó la experiencia del largo andar de España antes de llegar a ser campeona del mundo (2010) y de Europa (2008), situaciones que han puesto a su país en un lugar tan feliz como complicado, porque se trata del mayor éxito posible del futbol, y va a ser muy difícil que se repita.

Casillas realzó que México ya ha dado un paso en ese rumbo, al coronarse en la categoría sub-17 en 2005. Ese es el camino a seguir, señaló. Además, elogió a varios jugadores que han vestido o visten la playera verde. Primero a Hugo Sánchez, responsable de cantidad de goles, infinidad de tardes de alegría para los madridistas y enseguida a Javier Hernández.

“Allá en Europa es muy conocido el Chicharito, porque casi siempre que tiene oportunidad de salir a jugar marca gol. Pienso que se va a convertir en uno de los grandes jugadores del futbol mundial”, apuntó.

Con la camiseta puesta, Iker Casillas defendió al Real Madrid de las críticas por sus onerosos fichajes y falta de resultados. Consideró positiva la primera temporada de José Mourinhoo, porque alzaron la Copa del Rey y volvieron a semifinales de la Champions. Advirtió en el mundo del futbol todo es muy cambiante y confió en que los triunfos tardan pero llegan: Yo lo que haría es seguir como hasta ahora, porque los pasos que se están dando son buenos.