Londres, 7 de junio. El talento británico en la música pop pasa por su peor momento en las seis décadas de historia de las listas de popularidad en el Reino Unido.

El hogar de Los Beatles ha sido expulsado de la lista oficial semanal de canciones bajadas de Internet, hoy dominada por el R&B/rap estadunidense y la música dance europea.

La única representante británica en el Top 10 a finales de mayo en su propio país fue Lauren Bennet, vocalista nacida en Kent que fue invitada a participar en el número Party Rock Anthem del grupo estadunidense LMFAO.

La situación mejoró un poco a principios de junio, cuando el grupo The Saturdays colocó un sencillo en el número 8, pero la única otra artista británica en ubicarse entre los 20 primeros fue Jessie J.

Aparte de la inevitable presencia de Lady Gaga, los artistas británicos tuvieron que ceder terreno al productor holandés Afro Jack, al italiano Benny Benassi, al diyéi francés David Guetta, al trío sueco House Mafia y a Nicki Minaj, de Trinidad y Tobago.

El pop británico fue superado incluso por su equivalente rumano. Las cantantes Alexandra Stan e Inna, ambas de Rumania, también estuvieron entre las 20 primeras.

Es la peor presencia en las seis décadas transcurridas desde que se originó la lista de popularidad, señaló Paul Williams, jefe de analistas de negocios en Music Week. “La lista de singles se parece ahora a la tabla de Eurovisión. Antes enfrentábamos el reto de Estados Unidos, pero ahora también tenemos el de los números dance del continente europeo.”

Aunque Adele porta la bandera de la música británica fuera del país, los aficionados que bajan canciones de Internet, jóvenes en su mayoría, cuyos gustos deciden la lista de popularidad, vuelven la espalda a géneros como el rock, en los que el Reino Unido ha gozado tradicionalmente de éxito.

“Hace 20 años la música que se veía en las listas era mucho más variada –señaló Williams–. Se tenía una mezcla de rock, soul, alternativo, pop y MoR. Ahora hay pocos indicios de que los británicos recuperen el control.”

Radio 1, que el mes pasado alcanzó la cifra récord de 11.8 millones de escuchas, sigue siendo la mayor influencia en las listas británicas. Se ha acusado a la estación de favorecer el pop urbano a expensas de otros géneros para atraer más escuchas adolescentes.

George Ergatoudis, gerente musical de Radio 1, afirmó: Es algo sintomático del ciclo musical del Reino Unido. Hace cinco años las bandas de guitarras dominaban la escena. Ahora la música dance ha regresado. El público se aburrirá del sonido dominante actual y algo lo remplazará.

Aseguró que la estación toma en serio su responsabilidad de apoyar la música británica. “En la programación se encontrará indie, dubstep, R&B, dance y pop cada semana, con independencia del lugar que ocupen en las listas. Sin embargo, no es nuestra responsabilidad aumentar la presencia de artistas británicos en las listas: eso corresponde por completo al público.

“Por ahora –añadió– no existe un sonido pop que sea claramente británico, pero el Reino Unido es en definitiva una gran fuente de creatividad. El dubstep se originó aquí y tiene influencia global. El país es brillante para crear talento distintivo, como Adele, Mumford & Sons y Florence and the Machine, todos los cuales han alcanzado éxito mundial.”

Una medida extrema que ayudaría a reconstruir las ventas de sencillos británicos sería instituir una cuota obligatoria de música creada en el país en las estaciones de radio. En Francia, una ley de 1994 obliga a las estaciones de radio a programar 40 por ciento de canciones en francés y la mitad de artistas nuevos, para promover el talento local.

Sin embargo, para Williams sería una terrible admisión de derrota si introdujéramos cuotas al estilo francés para dar apoyo artificial al pop británico. La música del Reino Unido debe triunfar por méritos propios.

Radio 1 ya procura que por lo menos 40 por ciento de la música que difunde en el día sea británica y que 45 por ciento sea nueva. Ahora el rock británico tiene una rara oportunidad de meterse entre las primeras 10, con la salida del sencillo que marca el retorno de Coldplay, Every Teardrop Is A Waterfall, para bajarse de Internet.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya