Londres, 7 de junio. El arte latinoamericano moderno y contemporáneo cobra nueva visibilidad en Londres con la segunda edición de la feria Pinta, un escaparate para más de un centenar de artistas consagrados y emergentes de un continente que pisa cada vez más fuerte en Europa.

Unas 60 galerías de ambas orillas del Atlántico participan hasta el jueves en esta feria en el centro de convenciones de Earl’s Court que en dos años se ha hecho un lugar en el calendario entre la Bienal de Venecia y Art Basel de Suiza.

Pinta sirve a muchos artistas como plataforma para poder entrar en esas ferias más globales, explica su presidente, Alejandro Zaia.

Pinta Londres, que por el momento atrae a más instituciones y coleccionistas privados que a público en general, abarca seis décadas de arte latinoamericano, a través de pinturas, esculturas, instalaciones, fotografías y videos, aunque con una fuerte influencia del movimiento conceptual de los años 70 y 80.

Cuatro exposiciones individuales rinden homenaje a otros tantos artistas establecidos, los brasileños Regina Silveira y Waltercio Caldas, el argentino Eduardo Costa y el mexicano afincado en Brasil Felipe Ehrenberg.

Para el autodidacta Ehrenberg, quien este mes cumplirá 68 años, PINTA es su primera feria, tras haber iniciado una nueva etapa de su vida con Manchuria: visión periférica, una retrospectiva de 50 años de trabajo presentada con éxito en México, Estados Unidos y Brasil.

Desde entonces tengo una galería brasileña y ahora me está llevando de la mano de un lugar para otro, explica el neólogo visiblemente encantado de volver a la ciudad donde vivió durante seis años desde 1968 antes de que su vocación latinoamericanista lo llevara de regreso a sus raíces.