Madrid, 31 de mayo. El movimiento del 15 de mayo (15-M) acordó esta noche en una asamblea ciudadana iniciar la restructuración del campamento en la Puerta del Sol, que supondrá la retirada de lonas y mantas, así como la reducción de personas y de comisiones. Los manifestantes, muchos en plantón desde hace más de dos semanas, advirtieron que el asentamiento tal como está ahora es insostenible tanto por razones de salubridad, como por motivos de seguridad.

Después de un tenso debate, la mayoría aprobó la restructuración sin que ello suponga la desaparición del campamento. Además creen que la Puerta del Sol debe seguir siendo el símbolo del movimiento, una vez que en la plaza madrileña se gestó una protesta que se expandió al resto de Europa y que ya congrega a centenares de miles que reclaman una democracia más transparente, participativa y abierta a las necesidades del pueblo.

La necesidad de restructurar o levantar el campamento genera división al interior del movimiento, una vez que desde el gobierno regional, del derechista Partido Popular (PP), así como del empresariado madrileño se ha exigido al presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que ordene a la policía el desalojo por la fuerza.

Después de varias reuniones entre las distintas comisiones –respeto, comunicación, cocina, espiritualidad, guardería, etcétera– se asumieron los principales riesgos de continuar tal como están ahora. Sobre todo se mencionó la ausencia total de una salubridad mínima para que no proliferen enfermedades o para mantener un buen nivel de convivencia, el aumento de los riesgos de seguridad, sobre todo por la precaria instalación eléctrica que, mezclada con las lluvias de los últimos días, podría provocar una tragedia.

Uno de los manifestantes puso el dedo en la llaga: El campamento no sólo no hace avanzar al movimiento sino que lo lastra. En las asambleas no se habla de otra cosa más que del campamento. Así que vamos a recuperar la cabeza. Estamos aquí porque somos inteligentes y queremos cambiar el sistema de una manera no violenta. No puede ser que tengamos todo el barrio ocupado, con el miedo de que el método que estamos desarrollando se dé por inválido por una tragedia que al día de hoy se puede evitar.

Entre las propuestas aprobadas esta noche destacan el levantamiento de lonas y mantas para instalar a cambio armazones de madera que sirvan de barracones donde instalar las comisiones y los puntos de información del movimiento, que estarán de forma permanente y ya consensuado con las autoridades. Este movimiento es un acto consciente en el aquí y el ahora. Que nos comunica con el planeta. Queremos lanzar un mensaje de fuerza, amor y rebeldía. El poder nos quiere convencer de que lo que queremos es imposible y no nos damos cuenta de que lo que queremos se construye. Lo construimos. Y este campamento es una piedra angular pero va a tener que trascender, hay que crecer y hay que crecer con los barrios y con la gente. Si es así tendremos la victoria, explicó otra de las manifestantes.

Los indignados volvieron a exigir la dimisión y la inhabilitación para ocupar un cargo público de Felipe Puig, consejero del Interior del gobierno catalán, por la represión del pasado viernes en la Plaza de Cataluña de Barcelona.

En este asunto, hoy se conoció el contenido de una conversación en Internet de un policía antidisturbios que participó en el desalojo, que afirmó: Lo mío ha sido como estar en una pastelería y no poder comer ni un trocito de pastel... tanto hijoputa y ni una colleja (golpe) he podido dar... estoy hasta por currar (trabajar) el sábado por la noche con lo del barça (equipo que ganó la Liga de Campeones)... a ver si suena la flauta.... La Guardia Urbana le abrió un expediente a este agente que podría haber incurrido en falta grave por alentar a la violencia, insultar y menospreciar a los ciudadanos.