El escultor y pintor exhibe obra por primera vez en un espacio de la UAM
Mañana inaugura, en la unidad Cuajimalpa de esa universidad, una exposición que reúne dos esculturas y 13 grabados de esas montañas sagradas
, pertenecientes a la serie Escenarios
Miércoles 1º de junio de 2011, p. 4
El artista Vicente Rojo, por primera vez, mostrará obra en un espacio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Se trata de Volcanes inventados, exposición que reúne dos esculturas y 13 grabados, la cual será inaugurada este jueves 2 de junio a las 12 horas en la unidad Cuajimalpa, en su sede de avenida Baja California 200, colonia Roma Sur.
Al respecto, Rojo contrasta la delicadeza del papel con el peso del bronce. Ver cómo se complementan o se oponen, al tener en cuenta que es un mismo tema, pero dos caminos para realizarlo
.
Las obras pertenecen a un subtema de su serie Escenarios, ya concluida. Huelga señalar que los grabados no funcionan como bocetos de las esculturas porque, expresa el artista, mi trabajo en torno a un tema siempre se desarrolla, bien sea pintura, grabado o escultura, en un mismo nivel, pero las imágenes finales son obviamente diferentes
.
Para su incursión en la UAM, Vicente Rojo quiso presentar una obra de carácter cerrado, concluido
, pero que puede seguir dando algunos resultados
, sobre todo dedicado a los alumnos que estudian en ese lugar, y que lo van a ver como si fuera una serie nueva
.
En su momento, el artista creó volcanes encendidos, apagados, despiertos y dormidos, pero nunca había empleado el término inventados
. Este viene de su reciente exposición de volcanes montada en Barcelona.
“Me pareció que quizá por presentar la exposición fuera de México podría tener un interés mayor si la llamaba Volcanes inventados, pero, desde luego son obras a partir de la serie Volcanes construidos. Pensé que aquí podía tener ese carácter especial.”
Camino para otra serie
–¿El subtema de los volcanes qué le dejó en lo artístico?
–La serie Escenarios duró casi 20 años, pero con muchos minitemas. Me dejó, y es lo que me atrae, que puedo seguir trabajando en otra serie. Es decir, me dejó el que considerara que había terminado y podía abrir la serie, que continuó, llamada Escrituras. Para mí ese es el resultado de una serie: que me abra camino para hacer otra.
“Cuando hice Escenarios sabía que iba a estar formada por muchos temas, pensé que iba a ser la última (serie), pero de repente hice un volcán en grabado, llamado Volcán escrito, y advertí que la escritura empezaba a contar para mí.”
Aunque es el último de los subtemas en el apartado de los volcanes construidos, de hecho éste empezó con pirámides para luego pasar a los volcanes que también para mí eran un triángulo, aunque sea un cono. Por algún tiempo combiné pirámides y volcanes hasta que finalmente éstos adquirieron presencia propia y tuvieron un desarrollo muy largo y muy grande en pintura, escultura y grabado
.
–¿Qué le permitieron explorar los volcanes en cuanto a la composición?
–Como mis puntos de partida son siempre las formas geométricas básicas, me parecía que un cono era una forma excepcional. Y, si trataba de convertir –la efímera ilusión de que convenía convertir– ese cono en un volcán, con toda la fuerza que éste tiene, fuerza a la que no podía obviamente aspirar, pero sí hacer como un acercamiento íntimo, muy personal, acercándome a esa fuerza que tiene un volcán que a veces se le llama montaña sagrada. Eso fue lo que me interesó, pero siempre a partir de la forma básica que es la manera que trabajo.
Respecto de los formatos que tomaron sus volcanes, Rojo explica que hubo dos modos de acercamiento: uno con base en el cono que le daba una forma primitiva de la montaña, pero luego a partir del círculo en que fueron realizando otro conjunto de obras que llamó Cráteres. Era el volcán visto desde arriba, pero siempre con el interés de comenzar de las formas geométricas.
Tres de sus volcanes se convirtieron en esculturas urbanas: hay uno primitivo
en el Instituto Politécnico Nacional, en Zacatenco; uno apagado
en la ciudad de Colima, así como un volcán en la avenida Miguel Ángel de Quevedo.
Vicente Rojo comenta que México siempre le ha parecido un país volcánico. En todos los sentidos, por supuesto, no sólo en lo geográfico. Es un país que tiene una expresión que puede acercarse a un volcán en erupción permanente
.
En la actualidad, prepara una segunda parte de su más reciente serie, Escrituras que, con el nombre Correspondencias será presentada a finales de año en la galería Juan Martín.