Las normas canónicas nos obligan a los obispos a encarar las fallas que se presenten en el clero, independientemente de las consecuencias jurídicas civiles. Si la falla clerical es además un delito civil, la autoridad debe intervenir y nosotros no podemos impedir que ejercite acción legal. Nuestro deber es cuidar a la comunidad contra lobos disfrazados de clérigos, aseguró el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, en relación con los casos de pederastia dentro de la Iglesia católica.

En el contexto de la 91 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la cual podrían comenzar a esbozarse las líneas guías para prevenir este delito, pues el papa Benedicto XVI ordenó a los episcopados elaborarlas, Arizmendi señaló a La Jornada que la Iglesia católica no puede dejar de tomar las medidas necesarias para evitar que algunos miembros del clero abusen de cualquier persona, sobre todo de niños o adolescentes, no sólo en el ámbito sexual, sino también en la justicia, en el trato adecuado a las personas, en el respeto a la verdad y a los compromisos con el pueblo.

Debido a que en esta asamblea se abordará el tema del sacerdocio y la formación en seminarios, fuentes de la CEM han indicado que se podría comenzar a trabajar en la instrucción papal, pero sobre ello Arizmendi dijo que de momento desconozco si los responsables de la dinámica han previsto el tiempo necesario para elaborar esas normas para nuestro país.

No obstante indicó que en caso de que ahora no se hubiera previsto el tiempo, de seguro lo abordaremos en otro momento, pues no se puede dejar de tratar. Seríamos unos irresponsables si no lo hiciéramos, pero remarcó que cuando se ha tenido conocimiento se ha actuado en contra de los lobos disfrazados de clérigos. Esto ha sido siempre así, aunque este proceder casi nunca trasciende a los medios, por respeto a las personas. Si no lo hiciéramos, traicionaríamos nuestra responsabilidad.

Sin embargo, destacó que la instrucción del pontífice apunta a crear estrategias que ayudarán a atender con mayor celeridad los eventuales casos. La Congregación para la Doctrina de la Fe, de parte del Papa, nos ha transmitido una carta en que orienta a los obispos para que, si es el caso, la respectiva conferencia episcopal elabore algunas guías para proceder con más prontitud y competencia cuando se presenten estas situaciones en nuestras diócesis.

Sobre el tema de la asamblea, el obispo subrayó que desde antes de ingresar al seminario debemos ser muy cuidadosos en aceptar a alguien como candidato al sacerdocio, y apuntó que en caso de advertir alguna desviación sexual, alguna deficiencia en su identidad masculina, no se le admite definitivamente, y si dentro del seminario apareciera alguna falla, se le excluye.