El control del tabaquismo en México es una asignatura pendiente, por lo que el país atiende de manera parcial el compromiso que adquirió a nivel internacional con el Convenio Marco para el Control del Tabaco, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud. No existe garantía plena de protección a los no fumadores, ni acciones claras para evitar la venta de cigarros a menores de edad.

En tanto la industria tabacalera alega ahora la existencia de contrabando, como una medida para tratar de evitar nuevos incrementos de impuestos a sus productos, o peor aún, para revertir el monto de los gravámenes autorizados a partir de 2011.

Jesús Felipe González, vicepresidente de la Red México sin Tabaco, y uno de los principales promotores de las iniciativas para erradicar la dependencia del cigarro, señaló lo anterior y advirtió sobre el riesgo de que el gobierno federal pierda la rectoría en la materia, pues la recién creada Comisión Nacional contra las Adicciones, con un nivel jerárquico equivalente al de una subsecretaría, carece de atribuciones para frenar el tabaquismo.

Las modificaciones al Reglamento Interior de la Secretaría de Salud (Ssa) publicadas en el Diario Oficial de la Federación el pasado 10 de enero, y con las cuales se formalizó la existencia del nuevo organismo, señala explícitamente que le corresponde elaborar los programas contra el alcoholismo y el de prevención y tratamiento de la farmacodependencia. No menciona al tabaquismo en ninguna de sus 36 atribuciones.

En cambio, para el nuevo Centro Nacional contra las Adicciones sí se establece esa facultad, pero de acuerdo con la normatividad este organismo depende de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud. González advirtió sobre el riesgo de falta de coordinación y comunicación.

Así, aunque la creación de la comisión fue una buena decisión del presidente Felipe Calderón, cometió un error en la instrumentación porque también es probable que haya duplicidad de funciones y de recursos, dijo.

Este 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. El tema de este año es el Convenio Marco vigente a partir de 2005. Aunque en México ha habido avances en su cumplimiento aún son insuficientes, además de que para las organizaciones civiles promotoras de la ley antitabaco resulta preocupante que a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) haya llegado Mikel Arriola, cuyo principal campo de experiencia está en los asuntos económicos y empresariales, no en los de salud.

El riesgo es que desde su óptica, elija favorecer los intereses de la industria en lugar de proteger la salud de los mexicanos, advirtió González.

En entrevista, el especialista comentó sobre los asuntos que aún están pendientes en materia de control del tabaco, los cuales están contenidos en el sexto reporte de la sociedad civil que se dará a conocer hoy (lunes).

Está pendiente una nueva modificación a la Ley General para el Control del Tabaco, a fin de eliminar todo tipo de publicidad. Actualmente están permitidos los anuncios en revistas para adultos, pero no existe garantía de que esa información esté fuera del alcance de los niños.

La reforma legal tendría que asegurar espacios cerrados totalmente libres de humo, es decir, eliminar la posibilidad de que en los establecimientos existan áreas para fumadores.

Otro cambio necesario tiene que ver con terminar con la venta de cigarros a menores de edad. Aunque ya está tipificado como delito, 80 por ciento de las tiendas lo hacen. En tanto, mientras persista la venta de cigarros sueltos, estos productos seguirán al alcance de los niños.

Lo anterior a pesar de que está documentado que entre los niños fumadores es 13 veces más probable que consuman alcohol y drogas ilegales. Por eso, planteó que la venta de tabaco a niños y adolescentes tendría que tipificarse como corrupción de menores.

Jesús Felipe González también se refirió a la toma de los pictogramas que en septiembre de 2010 debieron empezar a aparecer en las cajetillas y empaques de cigarros. A la fecha esto no ocurre en todas las marcas y a pesar del incumplimiento, las sanciones son inexistentes.