Actuaron con Solís músicos de la Sinfónica de la Ciudad de México
Domingo 29 de mayo de 2011, p. a10
Marco Antonio Solís, El Buki (niño, en purépecha), cantó 21 de sus temas más conocidos, que son una síntesis de lo mejor del movimiento grupero, lacrimógeno. Reafirmó que oír al Buki sigue siendo cool.
La cita con el artífice de la balada fue la noche del pasado viernes en el Auditorio Nacional, que estaba lleno hasta el tope, con un público heterogéneo, de todas las clases sociales; por ejemplo, algunas damas de figura grácil iban vestidas con trajes de noche.
A las 20:55 horas se apagó la luz del recinto y comenzó la descarga de adrenalina. Era una nueva cita con el autor de Falso amor, de quien los que lo conocen aseguran que en México es famoso y querido, en Puerto Rico es ídolo y en República Dominicana es un dios.
Al cantar Tu cárcel –una de sus máximas creaciones, la cual lo llevó a la internacionalización–, en primera fila, al centro, el procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, coreaba con los casi 10 mil asistentes: “…nadie es perfecto y tú lo verás; será tu cárcel y nunca saldrás…”
Cosas difíciles
El intérprete de larga cabellera dijo: “Fíjense ustedes que a mí me causa mucha curiosidad saber que detrás de personajes que nada tienen que ver, en apariencia, con la música, con la sensibilidad, porque se dedican a otras cosas, tal vez más difíciles, más mundanas, como resolver problemas verdaderamente difíciles, sobre todo aquí en la capital mexicana… agradezco la amistad y el gusto por la música de este servidor de un personaje muy importante: el señor procurador Miguel Ángel Mancera”.
La orquesta que acompañó a Marco fue de lujo: Nino García en la batería; Víctor Aguilar en las percusiones; Fidel Arregue en el bajo; Óscar Fabián Pérez en la guitarra; Elías Díaz en el saxofón; Antonio González en la primera trompeta; Luis Manuel Pérez en la segunda; Fernando Cruz en el primer trombón; Luis León en el segundo; Marisol Correa, Luisa Canales y Fabiola Cruz hicieron el coro, y Rodolfo Víctor Luviano fue el director musical.
Además sonaron las cuerdas de la Sinfónica de la Ciudad de México, dirigida por Arturo Solar, y las chicas del ballet derrocharon sensualidad en las piezas chicanas y cumbias.
El Buki comenzó con Amor en silencio, que habla de un sentimiento prohibido por los convencionalismos. Continuó con El peor de mis fracasos, sobre el esfuerzo inútil, la impotencia; El celoso, que aborda el drama de Otelo, a la manera grupera; Sigue sin mí, para aumentar la cultura del dolor; Si no te hubieras ido, que capturó a todos los públicos por ser parte de la banda sonora de la película Y tu mamá también.
Las composiciones de los 70 tienen un toque grupero, pero con los arreglos de Bebu Silveti adquirieron otra dimensión y mejoraron en grado superlativo.
Los gritos confirmarn que es mucho el gusto de las mujeres por el creador de ¿Dónde estará mi primavera?
La acústica fue excelente. La comunidad michoacana estuvo orgullosa de su paisano, que mantiene su apariencia de Cristo de Iztapalapa, quien se despidió a su manera, amable: Gracias, hermanitos, vayan con cuidado a su casa y vayan con Dios.
