El presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, señaló que de no aprobarse la reforma política antes del 30 de junio, no será posible aplicarla al proceso del año próximo, cuando se renueven el Ejecutivo y Legislativo federales.

El funcionario calificó de la más larga transición democrática del mundo al proceso de reformas que iniciaron en la década de los 80, y expuso que las modificaciones que se incluyen en la minuta de reforma política, si bien no solucionarían los huecos en la legislación, abren espacios de participación a la sociedad.

“Para que se pueda aplicar (la reforma política) en el proceso electoral 2011-2012 es necesario hacer las reformas constitucionales y de las leyes secundarias antes del último día de junio de este año. Si no es así y se logran después del último día de junio, lo que se apruebe no se aplicará en 2012.

–Recomienda que se incorporen otras formas de democracia participativa, ¿qué tan tímida sería esta reforma sin ese agregado?

–No la calificaría de tímida. Es una reforma que recoge la experiencia del sistema político mexicano. Hemos ido siempre por reformas que en principio parecen insuficientes y limitadas, pero que van abriendo espacios de participación. Por supuesto que a muchos nos gustaría que se abrieran más espacios y formas de participación, pero también debemos tener conciencia de que en nuestra experiencia institucional en México estas reformas se han desarrollado siempre por aproximaciones sucesivas, lentas.

Tenemos, quizás, una de las transiciones democráticas más largas en el mundo. Se puede decir que empezó en aquella reforma del presidente López Portillo, de finales de los 70 y todavía estamos en ese proceso de modificar la Constitución, de legislar para la participación ciudadana.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Participación Ciudadana en la Cámara de Diputados, Arturo Santana, expuso que el propósito de una reforma sobre democracia participativa no debería sustraer elementos sustantivos:

“Nosotros presentamos iniciativas de reformas constitucionales, sobre todo a los artículos 35, 40 y 73. Primero, para tener facultades para legislar en materia de democracia participativa, y, posteriormente, arribar a una ley federal o a una general de participación ciudadana que no sea tan limitada.