Santiago, 27 de mayo. Las autoridades judiciales de Chile confirmaron hoy que el cuerpo exhumado el lunes pasado del Cementerio General de esta capital corresponde al del presidente Salvador Allende, muerto en el golpe militar de 1973.

Se pretende esclarecer si el mandatario se suicidó o fue asesinado cuando el palacio de gobierno fue tomado por militares al mando del dictador Augusto Pinochet.

La ratificación fue hecha con base en una comparación odontológica que permitió “observar correspondencia plena de las características ante mortem y post mortem analizadas”, informó el Servicio Médico Legal.

La entidad, que realiza estas pericias por orden judicial, agregó que los estudios para validar la causa de la muerte de Allende estarán listos en tres semanas.

Los peritajes, a cargo de siete especialistas extranjeros y cinco chilenos, revelaron además que los restos de Allende estaban en buen estado, sin pérdida de piezas, pese a las inhumaciones y exhumaciones de 1973 y 1990.

Según la versión de sus propios asesores y amigos, Allende se suicidió con un fusil AK-47 que le regaló el líder cubano Fidel Castro, con el cual también defendió La Moneda del asalto de militares golpistas.

Allende, el primer presidente socialista de América Latina elegido en las urnas, siempre dijo a la gente de su primer círculo que no se entregaría en caso de un golpe militar. De aquí al cementerio, advirtió a sus ministros cuando surgieron presiones de la derecha.

La exhumación del mandatario está inscrita en un esfuerzo de la Corte Suprema por investigar todas las violaciones de los derechos humanos cometidas en la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Determinar la identidad de los restos de Allende fue la primera orden del juez a cargo del proceso, Mario Carroza, dado que existían dudas sobre la autenticidad, a causa de las versiones de prensa divulgadas en la década de 1970, según las cuales el cadáver fue robado por partidarios.