En una ceremonia que devino acto proselitista en favor de Alonso Lujambio, el presidente Felipe Calderón deploró los tiempos de divisiones suicidas en su partido y sostuvo que para los jóvenes menores de 26 años es imposible saber el camino recorrido a la democracia, como en el Éxodo, cuando se salió de la esclavitud del Faraón.

Hizo varias referencias a los tiempos en que gobernaba el PRI –sin mencionarlo– y reivindicó al PAN como la única voz que fue discordante en el México autoritario.

La inauguración de la biblioteca María Elena Álvarez de Vicencio dio oportunidad a que el titular de Educación Pública, Alonso Lujambio, expresara su rechazo a la existencia de una cultura de la cargada en su partido, en alusión al grupo de 134 panistas –entre gobernadores, legisladores y funcionarios– que hicieron público su respaldo a Ernesto Cordero para la candidatura presidencial. De hecho, Lujambio criticó el pronunciamiento Unidos con Ernesto, al decir que no es la forma que él utilizaría, pero declaró ser respetuoso de sus rivales, aunque luego corrigió y los llamó amigos.

De los aspirantes a la candidatura presidencial del blanquiazul, sólo Lujambio asistió a la ceremonia efectuada en las oficinas del PAN en el Distrito Federal, porque la silla asignada a Ernesto Cordero (tenía un papel pegado con su nombre) –quien horas antes destapó en Palacio Nacional sus intenciones de ser aspirante– se quedó vacía.

Pedir consejo

En un salón lleno de diputados locales, funcionarios y militantes panistas, Calderón comenzó por resaltar que cuando Abel Vicencio Tovar fue presidente del PAN, le tocó cargar con la parte difícil, lastimosa, hiriente, suicida de los partidos políticos en general y de éste en particular, que es la división interna.

Recordó que pedía consejo a María Elena Álvarez, viuda de Abel Vicencio, para tomar decisiones difíciles. Qué barbaridad: las decisiones de candidaturas, las expulsiones, las decisiones de participación, el de si se hablaba o no con el gobierno, el de si se hacía o no un evento, exclamó el mismo día que se agitaron los ánimos panistas por el pronunciamiento de Cordero.

Con la mira puesta en las elecciones de 2012, el Presidente reiteró su preocupación de que los menores de 26 años no saben el largo camino que tuvo que recorrerse, metafóricamente, como en el Éxodo para salir de la esclavitud del Faraón, cruzar el Mar Rojo, caminar años y años por el desierto y, finalmente, aún estar en la construcción y en la búsqueda de tierra prometida.

En un discurso laudatorio de su partido, aseguró que es impensable entender la democracia sin Acción Nacional, aunque reconoció que su proyecto es insuficiente todavía y perfectible, pero es lo que tenemos y que, como toda acción humana, puede ser construida o destruida.

Entender la democracia, según el Presidente, es entender al PAN, y el papel y la aportación fundamental que tuvo para provocar la transición democrática desde 1939, y lograrla sin disparar un solo tiro y siendo el blanquiazul el único espacio donde podía respirarse el aire fresco de la libertad política.

Todos los rivales son respetables

Una vez que se retiró el mandatario, el titular de la SEP fue el centro de atención de la militancia panista congregada anoche. Lujambio, Lujambio, gritaban, mientras decenas hacían fila para fotografiarse con el aspirante. Cuando un grupo expresó a coro: ¡Se ve, se siente, Lujambio presidente!, el ex consejero del IFE los acompañó levantando el puño. Luego, Mariana Gómez del Campo, sobrina de Margarita Zavala, esposa de Calderón, aprovechó para pedirle que posara con “dos mujeres fans”.

Antes, Lujambio declaró que en su partido “no puede haber nunca esa cultura (de la cargada) y en vez de eso abogó porque prevalezca la del debate, que ponderen proyectos, prestigios y trayectorias. Pidió no congelar opiniones y estar abiertos al proceso que se iniciará en unos cuantos meses.

–¿Ve más fuerte a Cordero?

–Creo que todos los rivales son respetables... Son mis amigos –corrigió.

–¿Dejará la contienda?

–No, de ningún modo.

–¿No siente que Cordero tiene mayor respaldo?

–La medida de los respaldos se establece cuando se abren los procesos, las candidaturas y se dan las votaciones. Aquí no hay 137 militantes, hay un millón 500 mil y simpatizantes abiertos a las posturas y a las alternativas que les va a ofrecer el partido –concluyó el funcionario.