Ha sido devastador
para la imagen turística de la capital española, argumentan
Los indignados
retiran algunas pancartas de las entradas a los pequeños comercios del área
los indignadosretiraran carteles de las entradas de los negocios de la zonaFoto Reuters
Miércoles 25 de mayo de 2011, p. 24
Madrid, 24 de mayo. Nueve días después de que se instaló el campamento de los indignados en la Puerta del Sol, la confederación de empresarios de Madrid exigió al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero desmantelar lo antes posible la protesta, que a su juicio ha dañado devastadoramente la imagen turística
de la capital española. Los indignados
respondieron a la petición con actos concretos, como quitar las pancartas de las puertas de entrada a locales –la mayoría pequeños comercios– e intentan respetar el espacio de los escaparates y la entrada y salida de clientes.
La Puerta del Sol, que se convirtió en el epicentro de la llamada revolución de los indignados
y el movimiento del 15 de mayo (15-M), se transformó en el centro de la disputa entre empresarios madrileños y ciudadanos que reivindican la plaza pública para mostrar su malestar por la situación política y económica. La acampada
, en la que viven temporalmente varios centenares de personas, se mantendrá al menos hasta el próximo domingo, cuando se prevé llevar a cabo una nueva asamblea general para decidir su futuro inmediato.
Los manifestantes mantuvieron sus debates, asambleas y se desplazaron a 42 barrios de la capital, mientras los empresarios madrileños decidieron levantar la voz y exigir el desalojo. En un comunicado la Cámara de Comercio de Madrid calificó el plantón de prolongada y anómala situación
que, dijo, se debe resolver lo antes posible mediante los mecanismos del estado de derecho
.
La mayoría de los empresarios presentes en la Puerta del Sol son dueños de pequeños comercios, pero también hay almacenes grandes como El Corte Inglés, que reclaman: retiro de las tiendas de campaña, la creación de un pasillo peatonal entre las tres calles principales de la plaza, retiro de carteles y pancartas de los escaparates y vitrinas.
Los manifestantes decidieron acatar la petición de retirada de carteles, pero sólo de los pequeños comercios, con lo que la gran pancarta colgada de la fachada del edificio de El Corte Inglés se mantiene.
Los miembros de la plataforma Democracia Real Ya también informaron que llevan recabadas más de 200 mil firmas para su petición de un cambio profundo en el modelo económico y político, mensaje que llevarán a todos los barrios donde pretenden trasladar el debate y la democracia horizontal para configurar un movimiento ciudadano que reclame una democracia más participativa y transparente.