Opinión
Ver día anteriorMiércoles 25 de mayo de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

La medallita

Oportunidad dorada

Kirchner, Irak, México

Con vista al sur

Clase Política

México, país generoso

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

Hervor de corrupción en Función Pública y Profeco

Las tarjetas de crédito más caras

Apresados por pescar para comer

Bajo la Lupa

La revolución árabe según Hegel y Emmanuel Todd

Enrique Galván Ochoa
Alfredo Jalife-Rahme
México SA

Crece la migración infantil

¿Sólo 14 mil niños repatriados?

INM: putrefacto e impune

Descomposición institucional y palabras vacías
E

n el contexto de un encuentro con empresarios españoles residentes en México, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, afirmó ayer que la gente no confía en las policías ni en la administración de justicia porque sabe que hay cadenas de complicidad o por lo menos de cobertura y corrupción que recorren esas instancias. Horas antes, en el acto de promulgación de la nueva Ley de Migración, celebrado en Los Pinos, el político michoacano lamentó que puedan existir autoridades que participen en actos de violación de derechos humanos o que, incluso, se coludan con los delincuentes; sostuvo que en el Instituto Nacional de Migración (INM) las cosas están funcionando mal, y presentó la nueva legislación como una solución al respecto, pues establece obligaciones muy claras de coordinación a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, para la persecución y prevención de los delitos contra los migrantes.

Carlos Fernández-Vega
El Correo Ilustrado

Difiere de comentarios de Gustavo de la Rosa

E

n relación con las declaraciones del señor Gustavo de la Rosa Hickerson, retomadas en la nota informativa Poiré engañó a Calderón con la reducción de homicidios en Juárez: Gustavo de la Rosa, la Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional señala lo siguiente:

Modelo y descontento
A

la mitad de este templado mayo, temporada de prometedores cambios, estalló la furia de los millones de desplazados en España. El núcleo de sus pancartas entrelaza a los políticos con banqueros y especuladores para recalar en el mero sistema de explotación que se les impone y perjudica. La revuelta se extendió, con rapidez inaudita, por toda España. Los gritos lanzados son, en verdad, expresiones encapsuladas de su desesperada conciencia de parias. Van al mero fondo de sus tribulaciones, las individuales y las colectivas. Han tomado por sorpresa a sus elites que no atinan a dar, siquiera, medianas respuestas. Atrincheradas en sus compulsiones electorales, no se atreven a entrar, aunque fuera de manera lateral, en el meollo de injusticias que han procreado. Las decisiones de gobierno, atiborradas de ambiciones desviadas, han oscurecido el panorama futuro de millones de españoles: 20 por ciento de ellos han quedado sin oportunidades presentes o venideras.

Luis Linares Zapata
El sexo es el culpable
L

eo, sin estupor, la edad y la realidad estropean algunos sentimientos, la siguiente noticia: La Iglesia de Estados Unidos culpa de los abusos a la revolución sexual. Leo, sin sorpresa, la estulticia y la sinrazón aprueban todo, los subtítulos: Un estudio oficial atribuye la ola de pederastia al cambio social que confundió al clero. Los obispos admiten que su lenta reacción agravó el problema. La noticia se publicó hace seis días. Es la respuesta, muy tardía, a los casos de pederastia denunciados dentro del seno de su Iglesia y las del resto del mundo. El problema no radica en la tardanza. El problema radica en la contumacia de ése y otros credos ante sucesos tan siniestros e indefendibles como la pederastia.

Participación democrática y estado de rebelión
L

a Plaza del Sol de Madrid se llena de jóvenes y ciudadanos indignados; así como llenaban por mayores motivos la Plaza Tahrir (de la Liberación) en El Cairo, y el 21 de diciembre de 2001 la Plaza de Mayo en Buenos para derrotar al gobierno de F. de la Rúa y su estado de excepción. Hemos ya indicado en otra colaboración de La Jornada que estos movimientos nos recuerdan un hecho fundamental en la vida política de los pueblos: el estado de rebelión: la Comuna de participación directa en primera persona plural: nosotros. Recuerda al Estado que no es principalmente un gobierno representativo, sino una comunidad participativa. Marx propuso esa experiencia límite de la Comuna como un postulado político (aquello que es pensable lógicamente o por un cierto tiempo, pero imposible en el largo plazo). Hoy, sin embargo, es políticamente posible.

Arnoldo Kraus
Enrique Dussel
Experimentos con humanos
C

uando en 1993, con base en expedientes secretos desclasificados, la periodista Eileen Welsome documentó la historia de casos de radiación en niños huérfanos y mujeres pobres indefensas durante la llamada guerra fría, la secretaria de Energía Hazle O’Leary quedó vivamente impresionada.

Jugando con la economía
E

l premio Nobel de economía de 1982, James Tobin, afirmó hace mucho que los términos que se utilizan para describir un problema tienen una gran influencia sobre la solución. Tobin fue asesor económico de John Kennedy y sabía que cuando uno describe un problema, la teoría económica a la que uno recurre proporciona la lente para identificar y analizarlo, pero al mismo tiempo, impone severas restricciones para comprenderlo.

José Steinsleger / IV y último
Alejandro Nadal
Diario de sueños
U

n buen poema es el principio de una conversación. Un escuchar al otro para escucharnos en él. Y si existen versos que leemos una y otra vez es porque descubrimos en sus líneas una voz nuestra que no conocíamos, una voz que no habíamos escuchado con atención pero que dice exactamente lo que queríamos decir o algo que ni siquiera habíamos imaginado. La poesía es la zarza ardiente, la voz que crepita ante nosotros y que por momentos tiene nuestro acento y por momentos es la revelación de un misterio. Por eso los buenos versos y poemas sobreviven en sus lectores. Los ancla en la memoria la emoción que provocan. Son conversaciones vivas que iniciaron otros hace dos o 200 años y que siempre, siempre, nos dicen cosas nuevas aunque sus temas sean los mismos: el amor y la muerte, la mujer y la vida.

Javier Aranda Luna