Expertos del IPN explican que la microalga combate el estrés oxidativo
El fenómeno ocurre por acumulación de metales pesados en el organismo debido a la ingesta de alimentos y agua contaminada, señalan
Aunque ya se comercializa, no hay control de calidad
Miércoles 25 de mayo de 2011, p. 2
Científicos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) comprobaron que la microalga espirulina y algunas cianobacterias poseen efectos protectores contra el daño renal y hepático causado por el estrés oxidativo, que se genera por la acumulación de metales pesados en el organismo, como producto de la ingesta.
Los investigadores Édgar Cano Europa, Adelaida Hernández García, Rocío Ortiz Butrón, Margarita Franco Colín y Vanessa Blas Valdivia, precisaron que el estrés oxidativo ocurre por un desequilibrio entre la producción de oxígeno reactivo y la capacidad del organismo para eliminarlo.
Señalaron que un aspecto particularmente destructivo de ese fenómeno es la producción de especies reactivas del oxígeno, que incluyen el radical libre anión superóxido y el peróxido de hidrógeno, entre otros. Cuando existe contaminación por metales pesados en el organismo, el estrés oxidativo produce daño renal y hepático.
Para estudiar el efecto de las microalgas y las cianobacterias, los especialistas del IPN utilizan ratones intoxicados con mercurio; de esa forma corroboraron que este metal produce estrés oxidativo y, por ende, alteraciones en la histología celular del riñón e hígado, es decir, estos órganos, principalmente el primero, presentan edema, atrofia, daño celular e hipercromasia (la coloración nuclear es más intensa y se pierde la distribución de los componentes celulares).
Mantos acuíferos
La investigadora Adelaida Hernández García explicó que la intoxicación por metales pesados se debe al consumo de agua o algunos productos obtenidos de mantos acuíferos que han recibido descargas contaminadas por esos productos, o por exposición directa de quienes trabajan en actividades como la peletería.
Desafortunadamente en México no están regulados los productos nutracéuticos, enriquecidos con sustancias naturales bioactivas con efectos favorables sobre la salud y, por ello, aunque ya se comercializa la espirulina, no existe un adecuado control de calidad y pueden llegar a contener toxinas, que lejos de ayudar causan efectos indeseados
, indicaron.
Los científicos politécnicos expresaron que por la importancia que reviste el proyecto se patentarán las moléculas causantes del efecto protector de las microalgas y cianobacterias, con el propósito de poner al alcance de la población un producto de calidad debidamente certificado y con la garantía de que tendrá efectos favorables y no causará toxicidad o daños secundarios.