Londres, 23 de mayo. El legendario músico estadunidense Bob Dylan reveló en una entrevista grabada en 1966, pero difundida por primera vez este lunes por la BBC, haber sido adicto a la heroína.

En Nueva York logré sacarme de encima la costumbre de consumir heroína, confiesa Dylan a su amigo Robert Sheldon en marzo de 1966.

“Durante un tiempo estuve muy clavado, pero muy clavado de verdad. Al final, logré sacarme de encima ese hábito. Me costaba 25 dólares por día”, afirma.

Se cree que es la única vez que Dylan admitió tener la costumbre de consumir heroína.

La entrevista de dos horas, grabada para la radio de la BBC, fue realizada en el avión privado de Dylan durante una gira por Estados Unidos.

En otro momento de la entrevista, Dylan, quien tenía en aquel entonces 24 años de edad, revela haber pensado en suicidarse.

La muerte no es nada para mí. No significa nada para mí, siempre y cuando pueda morirme rápido. Muchas veces me di cuenta de que podía morirme rápido y habría podido hacerlo con facilidad, dice.

No me veo cortándome una oreja (...) Más bien me veo pegándome un balazo en la cabeza si las cosas andan mal, estima.

Dylan cumple 70 años este martes. Cantó por primera vez en Vietnam el mes pasado, durante una gira mundial por sus 50 años de carrera.

Gran camaleón

Es el gran transformista entre los astros pop, un camaleón: incursionó en casi todas las disciplinas artísticas y recibió por ello importantes premios. Sólo le falta el Nobel por su poesía. Asimismo, una exposición de cuadros de Dylan en la Galería Nacional de Dinamarca no fue bien recibida por los críticos, que la calificaron de ordinaria.

Ahora escribe libros y una editorial de Estados Unidos tiene previsto editar seis obras del artista.

Pero antes, este genio versátil festejará hoy su cumpleaños; poco después iniciará una gira por Europa.

Dylan hace desde siempre lo que menos se espera de él.

Primero fue un cantante folk con armónica, luego tocó la guitarra eléctrica, lo que algunos fans recibían con gritos de Judas.

Entonces le dio una voz a la generación de 1968 con su canción de protesta Blowin’ In The Wind; luego se abocó al cristianismo y sólo grababa canciones gospel.

Dylan se rebeló siempre contra los estereotipos; él quiere andar su camino, Like a Rolling Stone.

Tras haber caído en el olvido después de la pérdida temporal de su voz, y de ser declarado loco por los críticos, lanzó en la década de los 90 nuevos discos, que fueron celebrados como obras maestras.

En 1977, Time Out Of Mind rompió en 1997 definitivamente el hielo. Desde entonces Dylan es un candidato firme para los primeros 10.

Con su álbum de estudio Modern Times, logró en 2006, por primera vez después de 30 años, alcanzar el número uno de las listas, en un regreso sin precedente.

Desde 1988 realiza la Never Ending Tour, en la que ha dado más de 2 mil conciertos en todo el mundo. Salvo el nombre de sus músicos, no pronuncia en general ninguna palabra durante sus presentaciones.

Que esta figura de culto de la generación de Woodstock se presentara en abril también en China, y presuntamente aceptara que las autoridades revisaran la lista de canciones que tocaría, no fue bien recibido por los defensores de los derechos humanos.

Sé que nunca entenderé a Dylan, dijo la ex reina del movimiento folk Joan Baez, de 70 años, quien lo dio a conocer a comienzos de la década de los 60. Esto vale también para otros, entre ellos él mismo.

Basándose en una cita del dramaturgo y poeta Bertolt Brecht, Dylan dijo una vez: Sea quien fuere a quien buscan, yo no soy.

Su problemática es seguramente uno de los motivos por los cuales Dylan es ya en vida objeto de estudio preferido de musicólogos, lingüistas, sociólogos e historiadores.

Cada año es analizado en un congreso internacional de dylanólogos. Los expertos sólo están de acuerdo en que es el astro desconocido más conocido del mundo occidental.

En su carrera de casi 50 años ha escrito más de 500 canciones, de las cuales muchas son desde hace mucho clásicos de la cultura pop.

Entre sus textos más fuertes figuran Masters of War, Desolation Row y Hurricane.

La revista Rolling Stone declaró en 2004 Like a Rolling Stone la mejor canción de todos los tiempos.

Un Óscar por Things Have Changed

Por la canción Things Have Changed, de la comedia trágica Wonder Boys, de Curtis Hanson, en 2001 recibió un Óscar.

Siempre me sentí en primera línea poeta y en segunda músico, dijo Dylan ya hace 30 años. Muchos de sus textos, de contenido poderoso y fuerte, son considerados obras de alto nivel literario.

Los expertos los comparan con poesías de Alexander Pushkin, Charles Baudelaire y hasta Johann Wolfgang von Goethe.

Dylan es considerado un tipo estrafalario, excéntrico, que tras innumerables crisis y caídas sorprende una y otra vez con espectaculares regresos.

Nació en 1941 en una familia de inmigrantes ruso-judía en una pequeña ciudad de Minnesota. Con su voz ronca y expresiva, este cantautor se convirtió rápidamente a comienzos de la década de los 60 en símbolo del movimiento de protesta.

A lo largo de los años no sólo se presentó ante millones, sino también recaudó millones por publicidad con su imagen; por ejemplo, de la tienda online Amazon, el fabricante de pantalones Guess o la empresa Victoria’s Secret.

Si eso le molesta a alguien es algo que le preocupa al artista tan poco como el entusiasmo de sus fans: Uno no puede comer aplausos para el desayuno. Tampoco puede dormir con ellos.