La corriente perredista Nueva Izquierda se apresta a celebrar, en junio, un congreso nacional de grupo que establezca que Marcelo Ebrard Casaubón sea su precandidato a la Presidencia de la República para 2012.

Lo hacemos en el marco de organización de una expresión política, y en aras de que el PRD lleve a cabo un proceso institucional de certezas, de reglas claras para que la definición (del candidato presidencial del partido) recaiga en el mejor posicionado, entre Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, aseguró el coordinador nacional de esa corriente, Miguel Barbosa.

Aunque los órganos partidistas aún no se resuelven las reglas para el proceso de selección, Nueva Izquierda considera que es tiempo de entrar en la etapa de definiciones, a sabiendas de que el proceso electoral federal de 2012 comienza en octubre próximo.

Necesitamos, indicó Barbosa, identificarnos con postulados, línea política y desempeño de un personaje. Y en nuestro caso, indicó, el pronunciamiento en favor de Marcelo Ebrard será a través del congreso, a efectuarse en la tercera semana de junio.

Lo harán a dos meses del Congreso nacional del PRD, que se tiene programado para agosto, y donde Nueva Izquierda pretende que se vote una prórroga de plazos de los órganos partidistas que ya están vencidos, como el Consejo Nacional y órganos estatales, cuyos mandatos concluyeron el 16 de marzo pasado.

Lo anterior, explicó, para que, entre otras razones, el Consejo Nacional pueda expedir la convocatoria para la elección del candidato, el método electivo y desencadene todos aquellos mecanismos relacionados con el proceso electoral federal de 2012.

Además, resaltó, se deben mejorar el sistema de afiliación y normalizar la legalidad de los órganos partidarios, porque hay casos en los cuales se mantienen en los estatutos nombres de instancias que fueron remplazadas, como Comité Ejecutivo Nacional por Comisión Política Nacional.

Barbosa estableció que en el Consejo Nacional recaerá la definición del mecanismo para la elección del candidato presidencial, al resaltar que Ebrard es partidario de una encuesta y López Obrador del voto directo en urnas. Lo cierto, advirtió, es que no hay mecanismos a modo.