Ki-Duk, Dresen, Almodóvar y Kaurismaki recibieron los primeros premios alternos
El iraní Mohamad Rasulof, galardonado en Una Cierta Mirada como mejor director por Hasta la vista
Le Havre, acerca de problemas de inmigración clandestina, reconocida por la Fipresci
Domingo 22 de mayo de 2011, p. 8
Cannes, 21 de mayo. El jurado de la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, presidido por el director serbio Emir Kusturica, decidió este sábado otorgar su primer premio ex aequo a las películas Arirang, del coreano Kim Ki-Duk, y Detenido en plena vía, del alemán Andreas Dresen.
El director de Arirang –autorretrato fílmico realizado como exorcismo para curar de una falta de inspiración– cantó en el teatro Debussy de Cannes –donde fue premiado– la melancólica canción folclórica sobre la naturaleza y que interpreta en su película.
Kim Ki-Duk, quien antes ganó reconocimientos en los festivales de Venecia y Berlín por 3-Iron y Samaritan Girl, revela en Arirang que una de las actrices de su drama Dream (2008) casi muere mientras filmaban una escena en la que su personaje se ahorca.
El antaño prolífico director dice en Arirang que logró salvar a la actriz, pero que el accidente, casi fatal, y una serie de traiciones
de algunos colegas le causaron una depresión que lo paralizó durante algún tiempo.
Estaba disminuido, dormido y Cannes me ha despertado. Esta película es una manera de interrogarme sobre mí mismo y sobre lo que el cine me representa. Agradezco mucho que le hayan prestado atención a mi cinta
, expresó Kim Ki-Duk tras presentar su filme; luego recibió una larga ovación.
Dolor lanzado al mar
Por su parte, el alemán Andreas Dresen declaró sentir emoción por ser premiado. Su película Detenido en plena vía cuenta la historia de un joven al que le descubren un tumor en fase terminal. Nuestra cinta agarró todo ese dolor y lo metió en una botella que arrojó al mar, sin saber adónde iba a llegar, pero Cannes la recibió en sus playas
, dijo.
El jurado de Una Cierta Mirada otorgó también el premio al mejor director al iraní Mohamad Rasulof por Be Omid é didar (Hasta la vista), el reconocimiento fue recibido por su esposa. Rasulof, de 37 años, condenado a seis años de cárcel en diciembre de 2010, igual que su compatriota Jafa Panahi, de 50 años, fue autorizado el martes por las autoridades iraníes para salir del país.
Estaba bajo arresto domiciliario por propaganda hostil al régimen, en tanto Panahi sigue detenido en su residencia de Teherán.
Por otro lado, Le Havre, del finlandés Aki Kaurismaki, ganó este sábado el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci), anunció el presidente del jurado, el brasileño José Carlos Avellar. Ver esta película nos puso contentos, sobre todo por la esperanza que respira, por su delicadeza, su sencillez y su ternura. Aunque trata de problemas de familia graves y de la inmigración clandestina, lo hace sin agresividad, sin ironía
, dijo Avellar.
Le Havre recibió también una mención especial del Jurado Ecuménico, que atribuyó su principal galardón a This must be the place, del italiano Paolo Sorrentino.
El director español Pedro Almodóvar fue galardonado con el Premio de la Juventud en el 64 Festival Internacional de Cine de Cannes, por La piel que habito, anunciaron los jueces. El galardón lo otorga un jurado compuesto de siete miembros de 20 años de edad, desde 1982.
Primavera árabe
Una película sobre una mujer que se atreve a enfrentarse a los hombres en un pueblo del norte de África ganó los aplausos en el festival francés de cine, con algunos espectadores conmovidos por el espíritu de los levantamientos de la primavera árabe
. Un pequeño grupo de críticos abucheó la exhibición de The Source, dirigida por Radu Mihaileanu, pues, dijeron a la prensa que la descripción de la vida árabe les pareció simplista.
Sin embargo, la inmensa mayoría alabó su resonancia con la realidad. The Source es la última de los 20 filmes de la competencia antes de la ceremonia de clausura del domingo, en la que se anunciarán a los galardones, inlcuidos la Palma de Oro a la mejor película.
El sábado también se presentó Once Upon a Time in Anatolia, lento y sutil estudio de la traición y la crueldad, de Nuri Bilge Ceylan.
The Source comienza como un cuento de hadas, en el que Leila, la hermosa mujer del profesor Sami, declara la prohibición del sexo hasta que los hombres del pueblo accedan a transportar agua desde una fuente en las montañas.
En una época de dificultades económicas y desempleo, los hombres se sientan a beber té todo el día mientras las mujeres acarrean grandes cargas por caminos pronunciados. Leila decide rebelarse cuando su amiga se cae y pierde a su bebé.
Hombres y mujeres se enfrentan, con violentas consecuencias. Ellas discuten sobre el valor de la tradición por encima del cambio, mientras los conservadores clérigos intentan sacar provecho de las divisiones del pueblo.
Mihaileanu, director francés nacido en Rumania, dijo que la película es en parte una reflexión sobre los levantamientos recientes en Túnez y el resto del mundo árabe.
Mihaileanu agregó que las revoluciones en Egipto, Túnez, Siria y Barhéin tienen aún que verse igualadas por un cambio en los hogares.
Hay una segunda revolución que es esencial, que es la de los hogares, del lugar de la mujer en la familia. Las mujeres deberían ser iguales también en casa
, sostuvo.
El director, judío, dijo que la idea de la película vino de una historia real en Turquía.
Leila lidera la batalla del pueblo, enfrentándose al imán local y citando el Corán para defender su postura. La defiende uno de los personajes más coloridos de la película, Madre Rifle, interpretada por la actriz argelina Biyouna, cuyas palabras son como balas
.
Finalmente, la turca Once Upon a Time in Anatolia sigue a un grupo de oficiales de policía y un médico mientras buscan el cuerpo de una víctima de un asesinato enterrada en el campo.
A pesar de su sencillo argumento, se ganó a la crítica por su habilidad artística.