Sábado 21 de mayo de 2011, p. 35
Más de dos mil establecimientos mercantiles, como restaurantes, bares y antros, participaron en el simulacro de sismo que, en esta ocasión se hizo en tres horarios.
Por la mañana y tarde los comensales de restaurantes de zonas como el Centro Histórico y Polanco, fueron sorprendidos por la alarma sísmica, mientras consumían sus alimentos.
Los clientes permanecieron en sus lugares de pie hasta que concluyó el hipotético movimiento telúrico, para después desalojar el inmueble y dirigirse a la zona establecida como punto de reunión.
Este ejercicio se replicó por la noche en antros de la ciudad, aunque en este caso el sistema de alerta es distinto. En vez de una sirena, al detectarse el sismo, se suspende la música y se encienden las luces del lugar. Los clientes permanecen en el establecimiento y una vez concluido el temblor proceden a desalojarlo.
Lo que queremos evitar es una alarma de pánico que genere una estampida
, señaló el presidente de la Asociación de la Industria de Discotecas y Bares, Ismael Rivera.