Realizarán mañana el encuentro de poesía y editoriales independientes La Otra Letra
Viernes 20 de mayo de 2011, p. 6
Llevar la lectura y la literatura a calles y plazas públicas no sólo es un acto de necesaria conciencia cultural; también representa un ejercicio político, una forma de expresar al gobierno, desde la sociedad civil, el desacuerdo contra lo que ocurre en el país.
Así lo sostiene el escritor, editor y promotor cultural Antonio Calera-Grobet, a propósito del encuentro de poesía y editoriales independientes La Otra Letra, que mañana se efectuará en la Plaza de San Jerónimo, Centro Histórico, de las 11 a las 23 horas.
Más de 50 sellos, un homenaje al escritor José Agustín, presentaciones de libros, mesas de reflexión, lectura de poesía, talleres, música, una instalación y la presencia de poetas jóvenes articulan esta iniciativa, completamente gratuita, organizada por el Frente de Operaciones Comunitarias (Foco), Mantarraya Ediciones y Hostería La Bota, con apoyo del Fideicomiso del Centro Histórico.
El encuentro se inscribe en el contexto del quinto Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo, que comenzó ayer en La Habana y concluirá el día 24, con réplicas en 207 urbes de 22 países.
Todo esto se hace para allegar y crear lectores. Somos un grupo de personas que trabajamos en esto desde hace 15 años. Últimamente han proliferado los promotores de lectura, pero parecen más preocupados por que se les reconozca su trabajo que por difundir ese noble hábito
, comenta Calera-Grobet.
Ahora se convirtió en moda difundir masivamente literatura e incluso se pelean entre varias instituciones para ver cuál es la que mejor la promueve. Pienso que el mejor promotor está callado, haciendo su trabajo.
Aunque esta es la primera ocasión que se hace en la calle de San Jerónimo, los antecedentes de La Otra Letra se remontan a 1997, cuando se organizó un foro de editoriales independientes en el Museo de la Ciudad, de donde fue trasladado a la calle de Regina.
Detrás del proyecto, según el escritor, hay una noción de guerrilla
, de instaurar zonas temporalmente autónomas
, un espacio civil abierto de la comunidad con sus propias leyes de participación social y reglas de comunicación, ajeno al derecho convencional.
Aunque reconoce que se trata de una utopía, enfatiza: “no somos un grupo de idiotas ingenuos que estén imprimiendo cosas para sus cuates, como siempre se ha tildado al escritor o editor independiente.
Lo que hacemos no es ingenuo, tiene sus filos. Es una respuesta a la actual situación de la política mexicana; somos un ejército de escritores que dice al Estado que no estamos de acuerdo con lo que sucede, por lo cual tomamos el espacio público y aportamos lo que sabemos: escribir.
Según Calera-Grobet, existe otra forma de cambiar la vida y salvar al mundo. Era un ideal de Rimbaud y Marx: nosotros creemos en la revolución poética, en que es posible un nuevo mundo a partir de la escritura y la lectura
.