Haber regresado con las manos vacías de dos recientes campeonatos mundiales de taekwondo es la mejor muestra de que el otrora exitoso deporte nacional pasa por una severa crisis de resultados que debe corregirse cuanto antes, estimó el ex entrenador nacional de la disciplina Juan Álvarez Pérez.

Explicó que la federación respectiva debe hablar primero con los deportistas para conocer sus puntos de vista, ya que son ellos quienes están sobre el tatami, los que se exponen en cada combate.

Sin embargo, abundó, las autoridades de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) –que consideran favorito este deporte para ganar medallas en Londres 2012– tienen que dialogar con ellos para saber qué pasa, porque no resulta lógico que luego de venir en ascenso, de repente se caigan de esta forma.

El ex campeón nacional estimó que si se hubiera fallado en un campeonato podría entenderse la situación, pero otra vez se regresa sin medallas y, con todo respeto, no creo que haya sido sólo asunto de los petos electrónicos o del cambio de la puntuación que se da ahora a las patadas a la cabeza, debe averiguarse lo que sucede para evitar lo que podría convertirse en una severa crisis.

Aunque el taekwondo está en la fase previa antes de que se enciendan los focos rojos, Álvarez Pérez confía en la calidad de los exponentes locales, ya que para ser campeón nacional aquí debes enfrentar y vencer a un submonarca del orbe o a un medallista olímpico. Por eso no es lógico que en vez de seguir creciendo, vamos para atrás. Algo pasa.

Al preguntarle sobre lo ocurrido con el campeón olímpico Guillermo Pérez, tomó distancia del caso porque no lo conozco a fondo, pero allí están los números, que son fríos y exactos, pues en tres ocasiones el poblano Damián Villa lo ha marginado de competencias importantes y ante esa realidad poco puede argumentarse.

Sobre la posibilidad de obtener plazas en el Mundial de Bakú, Azerbayán, para los Juegos Olímpicos de 2012, el ex entrenador nacional fue claro en dos vertientes.

“Lo deseable, por el bien de los muchachos, es que ganen sus boletos por su propio esfuerzo, pero lo real es que si no se descubre qué ocurre y se soluciona –y duda que quienes tienen así al taekwondo lo puedan sacar del bache– podría repetirse esa lamentable historia para perjuicio del país.”

Al preguntarle qué puede estar sucediendo y cómo podría rescatarse la disciplina, apuntó que debería revisarse el proceso de selección de los competidores, sin olvidar los programas de preparación desde infantiles y juveniles, ya que por allí podría encontrarse la fórmula para aliviar los males de este deporte.