Vergüenza para la justicia
Miércoles 18 de mayo de 2011, p. 20
La decisión de amparar a la maestra Magdalena Rufina García Soto, directora del Instituto San Felipe, es una vergüenza para la justicia en México
, aseveró ayer Felipe Canseco Ruiz, defensor de Leticia Valdés Martell, madre del menor violado en esa escuela, quien por su parte dijo sentirse decepcionada por el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En breve entrevista en la ciudad de Oaxaca, Valdés Martell sostuvo que la conclusión del máximo tribunal revictimiza
a su hijo y lo daña nuevamente al quedar su caso impune, además de que se convierte en carta abierta a los pedófilos y pederastas del país.
No esperaba mucho de la Corte; los ministros que actúan en favor del poder hicieron lo mismo con Lydia Cacho, en el caso de la guardería ABC y ahora con mi hijo
, señaló. Asimismo, dijo que acudirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos porque en el expediente están todos los elementos probatorios del delito.
Entrevistado al término de la sesión de la SCJN, en la que la mayoría de ministros consideró que no se acreditó la responsabilidad plena de la profesora, e incluso hubo quienes pusieron en duda que el menor hubiera sido ultrajado, Canseco Ruiz dijo fue un día negro para la justicia
. El litigante criticó las intervenciones de José Ramón Cossío, Margarita Luna Ramos, Sergio Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia, quienes con mentiras
rechazaron que la acusada fuera responsable del delito de violación equiparada, al haber conducido al menor al gimnasio de la escuela, donde fue atacado por Gabriel Constantino García y Adán Pérez Ramírez.
Al mismo tiempo, destacó el valor de los ministros Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero y Arturo Zaldívar por haber votado contra el amparo.
La maestra –dijo– podía haber pedido su libertad anticipada desde principios de año, pero esperó a que la Corte resolviera y así favorecer la defensa legal de los acusados.