Una unidad especial descubrió el plan a tiempo
Miércoles 18 de mayo de 2011, p. 3
El cártel de los Arellano Félix ordenó en diciembre de 2008 un atentado con francotiradores para asesinar a agentes de la DEA asignados al consulado en Tijuana. Pretendía que los oficiales de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos fueran retirados de la ciudad fronteriza, según consta en el cable diplomático 09TIJUANA1253, filtrado por Wikileaks por conducto de este diario.
En este despacho, clasificado como sensible y sólo de uso interno (noforn), se reseña la reunión urgente que sostuvieron el 24 de diciembre de ese año los responsables del Comité de Acción de Emergencia (unidad para manejo de crisis en las representaciones diplomáticas estadunidenses) para analizar la amenaza del atentado y la estrategia para evitarlo. Descubierto a tiempo, el ataque nunca ocurrió.
“El 19 de diciembre de 2008 un informante nuestro contactó a la DEA-Tijuana y le aseguró haber escuchado una conversación telefónica en la que un miembro del cártel de los Arellano Félix planeaba un ataque de francotiradores contra cualquier agente de la DEA. El sujeto que planeaba el atentado aseguraba que los agentes viven en los bloques de apartamentos, altos y de color café, situados detrás del inmueble que ocupa el consulado, que no sería difícil identificarlos porque suelen ser chicanos o puertorriqueños y conducen camionetas con placas oficiales del consulado y no van armados”.
La denuncia del informante fue investigada. Se le sometió a una prueba de polígrafo en las oficinas de la DEA en San Diego y ésta resultó positiva. Además es un informante que ha trabajado como fuente confiable para la DEA durante aproximadamente ocho años y en el pasado ha proporcionado información fiable para investigaciones criminales.
Los atacantes asignados para cometer el atentado eran dos ex policías ministeriales de Baja California, Óscar López y Gerardo Vizais, El Monster.
El entonces cónsul general Ronald Kramer, los funcionarios de seguridad regional y los comisionados de Inmigración del Departamento de Seguridad Interna y la DEA consideraron verídica la versión.
Una fuerza de tarea de la DEA dedicada especialmente al cártel de los Arellano y la Oficina de Seguridad Interna, ambas con sede en San Diego, participaron en la investigación e identificaron a los pretendidos francotiradores asignados para llevar a cabo el atentado. Sabemos que son o fueron policías estatales, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de solicitar protección al gobierno mexicano, o que realicen operaciones de investigación y vigilancia
.
A la luz de esta observación, el cónsul Kramer y otros funcionarios se reunieron con el director de seguridad pública de Tijuana y hablaron con otros mandos policiacos para renovar contactos y revisar las medidas de reacción, pero sin compartir con ellos detalles de la amenaza
.
En opinión de la DEA, el cártel iba a proceder haciendo la tarea
, dedicando una o dos semanas a vigilar a los presuntos blancos y el sujeto (francotirador) va a hacer valer su ataque sin perder su única oportunidad disparando contra alguien más
. Sin embargo, advierten que el atacante podría confundirse y disparar contra otros funcionarios, ya sea de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) o algún agente de la oficina de seguridad regional, ya que todas estas dependencias tienen a agentes varones, latinos, asignados en sus delegaciones en Tijuana y alojados en el bloque de edificios citado.
Este cable incluye un despacho de los agentes de la DEA que interrogaron al informante que los puso sobre alerta. Según esta versión, éste acompañaba en un restaurante al ex policía ministerial de Baja California Óscar López cuando recibió una llamada a su celular. Quien llamaba era Enrique Jonquera, lugarteniente de El Ingeniero, que asumió el mando a la caída de Eduardo Arellano Félix, quien le ordenaba colaborar con otro pistolero de la organización, Gerardo Vizais, para localizar y matar a alguien de las tres letras
. Jonquera –continúa el cable de la DEA– dijo que si lograban matar uno o dos agentes de la DEA, la agencia retiraría a sus policías de Tijuana. Agregó que como van desarmados, serían blancos fáciles
.
A raíz de esta investigación, los agentes estadunidenses descubrieron que Jonquera era nacionalizado estadunidense y que el ex policía Vizais era un experimentado francotirador entrenado por la Oficina del Sheriff en San Diego entre 1998 y 1999.
Para esas fechas la guerra por el control de la plaza tijuanense entre El Ingeniero y su rival El Teo estaba en su apogeo. Apenas dos meses antes (en octubre) había caído preso el líder del cártel Eduardo Arellano Félix, en un operativo conjunto de la Policía Federal y el Ejército. Sin embargo, como ha ocurrido en otros casos, autoridades de Estados Unidos se atribuyeron el mérito de esta captura. En marzo de 2009, durante una audiencia ante el comité de asignaciones presupuestales del Congreso estadunidense, la administradora de la dependencia, Michelle Leonhart, aseguró que entre los logros de su institución estaba la contribución para capturar a Arellano, mediante el operativo OAI 2008 (Operation All Inclusive).
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