La directora general del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Margarita Zorrilla, apoya la propuesta de la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, de dar autonomía y ciudadanizar a ese organismo.

De cualquier manera, indica, la interlocución con el órgano sindical y con la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene que existir porque la autonomía no significa hacer una institución que le dé la espalda a la dependencia y al gremio de maestros.

El INEE está chiquito, señala, porque tiene ocho años de vida –a esa edad los niños van a tercero de primaria– y ha tenido suficiente independencia técnica. Añade que a la evaluación del sistema mexicano le hace falta ordenarse, sistematizarse, alinearse, pensar qué cosas tienen que cambiar y cuáles se tienen que mantener, y eso también lo dijo la maestra y el Presidente, y yo estoy de acuerdo. Lo suscribo.

En entrevista, expresa que la desigualdad social no ayuda a que podamos distribuir de manera equitativa los beneficios de la educación, pero el sistema educativo también tiene que revisar cómo es la distribución de su servicio.

El domingo pasado, Gordillo demandó al presidente Felipe Calderón un organismo autónomo de la evaluación que, como el IFE, no se partidice. Zorrilla expresó: Si dicen que hay que fortalecer al INEE, le da a uno alegría, qué bueno que se le quiera fortalecer.

No obstante, apuntó que la autonomía y la ciudadanización son temas que requieren ser estudiados en el contexto de las leyes, porque hay distintos modelos de autonomía: legal, constitucional, vinculada con órganos de gobierno y con las relaciones laborales.

–¿Hace falta que la SEP ya no presida la junta directiva del INEE?

–Ésa es una de las demandas con relación a lo que llamamos la evaluación externa. Es un símbolo, digámoslo de esa manera. Te puedo decir que en estos años de vida del INEE –que son ocho, o sea, está chiquito, estamos en segundo de primaria; los niños de ocho años están en segundo, digo, en tercero– se han respetado la independencia técnica y el rumbo que el instituto ha ido definiendo.

Para la funcionaria es necesario fortalecer la capacidad técnica del instituto e incrementar sus recursos en función de los proyectos; sin embargo, apunta, también lo es averiguar para qué está sirviendo la evaluación y qué está cambiando.

Sostiene que aún es muy endeble el puente entre los resultados de las evaluaciones y la toma de decisiones para mejorar la educación. Al preguntarle si es posible hacer cambios de fondo en el sector, como indicó el Ejecutivo, pese a que esta gestión está en su último tramo, opina que si el Presidente se lo propone, es factible.

Sobre la prueba universal al magisterio –otra de las peticiones de la maestra–, afirma que la idea está centrada en un proceso formativo, y eso es muy importante, porque uno de los dilemas en el tema de las evaluaciones a gran escala son las consecuencias. Por ejemplo, en los exámenes de admisión entran o no a una institución.

Por último, Zorrilla dice que el INEE muestra datos de la realidad que pueden ser incómodos para la SEP, como puede ser acudir con un médico y tener un diagnóstico de cáncer. Los resultados que a veces se obtienen a nadie le gustan, a nosotros tampoco.