Domingo 15 de mayo de 2011, p. 33
A menos de una semana de que se diera a conocer por medio de La Jornada la situación por la que pasan siete familias en el poblado San Felipe Pueblo Nuevo, del municipio de Atlacomulco, estado de México, a las cuales la construcción de una barda para ampliar el atrio de la iglesia de la comunidad les privó del único camino por el que podían transitar hacia sus domicilios, el abogado que representa a los agraviados, Julio Loya Lara informó que fueron recibidos por el presidente municipal Fidel Almanza Monroy, quien giró instrucciones para que se estudie el tema.
Loya Lara indicó que a mediados de esta semana fueron recibidos por Gustavo Mendoza Figueroa, síndico municipal, quien, aunque les expresó que él no tenía conocimiento del asunto
les aseguró que no está del lado del cura (Saúl Silva, párroco de San Felipe Apóstol) ni del obispo (de Atlacomulco, Odilón Martínez García)
.
Mendoza Figueroa les dijo que conocía el atrio de la Iglesia de San Felipe, porque en alguna ocasión había asistido a un retiro, y sabía que el atrio original es sumamente amplio y no requería de la ampliación que ahora causa problemas
. Asimismo, reconoció que hay una injusticia inaceptable en el hecho de que se haya privado del paso a las familias
y que se darán instrucciones para que obras públicas realice las acciones pertinentes para poner fin al problema y que si es necesario demoler la obra, así se hará
.
Loya Lara sostuvo que después de la publicación del caso hubo un cambio sensible de actitud
y confió que las palabras se conviertan en hechos, pues desde hace tres años y ocho meses las familias Manuel Pedro no han sido escuchadas por el clero ni por las autoridades judiciales.