El volumen reúne referentes que permiten acercarse a la obra, asegura Estela Leñero
Domingo 15 de mayo de 2011, p. 7
El libro Soles en la sombra, de Estela Leñero, contiene un acercamiento sobre el proceso creativo teatral que culminó con el montaje de la obra de igual título, escenificada por la Compañía Nacional de Teatro (CNT) el pasado abril (La Jornada, 12/I/2011).
El volumen recién publicado por la CNT y Editorial Jus complementa muy bien la puesta en escena, porque integra opiniones de los creativos, imágenes y otros referentes para acercarse ella”, señaló Leñero en entrevista con La Jornada.
La directora Claudia Ríos; Matías Gorlero, iluminador y escenógrafo; Adriana Olivera, encargada del vestuario, y Erando González, creador de la música original, plasman en el volumen sendas entrevistas sobre cada aspecto que interviene en la obra; contiene también una cronología del periodo de la Revolución Mexicana en que transita la puesta, de 1904 a 1922.
La dramaturga y directora teatral explica el núcleo estructural de Soles en la sombra: “dos espacios conceptuales: el atemporal o ahistórico, representado por una fogata, metáfora del punto de reunión donde vas a confesarte, y la referencia del espacio en presente, donde no quería mostrar heroínas ni héroes, sino personas con problemas, situación dramática y emociones.
“Una estructura donde intercalar y jugar con el ir y venir de tres mujeres –Juana Belén, María Talavera y Leonor Villegas–, entrar o no entrar a su espacio de la ficción, vivirla y después regresar y tener la posibilidad de que otras vieran desde fuera lo que ellas vivían. Verlas desde diferentes perspectivas; que cada una viera a la otra y pudiera tener otra visión, que se vuelve múltiple en el espacio escénico.
Me llevó casi seis meses concluir esta propuesta dramatúrgica, que presenta a la compañía y que después ésta enriqueció para la puesta en escena. Como en cualquier montaje, los actores y los que intervienen participan para darle vida.
Agrega: “Un texto para teatro tiene la fortuna de que es encarnado por actores y tiene la posibilidad de ser perfectible por su vivencia. Los actores aportan su vida, su interpretación del personaje, y la dirección conduce toda esta intención, pero siempre a partir de un texto. Recuerdo la frase de un guionista: ‘¿Dónde estaban todos cuando estaba la hoja en blanco, cuando no había nada?’”.
La también antropóloga mencionó: Quería partir de situaciones dramáticas, más que de un discurso ideológico. Que las situaciones dramáticas obligaran o llevaran a los personajes a hablar de su posición o de su situación frente a las alternativas que tenía la Revolución
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Así, Juana, María y Leonor se preguntan en el texto dramático, como forma de humanizarse, ¿estuvo bien?, ¿dónde estuvo el error?, ¿por qué no me creyeron?, ¿en qué momento mi compañera de lucha se separó de mí?, ¿realmente éste era el camino? Y después, traerlas a la actualidad: ¿por qué estamos aquí en el teatro? Así ven todo lo que está pasando en el presente real
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Leñero destaca la inclusión del corrido como manera de agregar datos a la obra sin disminuir la tensión: Escribí corridos en los cuales se cuenta la historia de Juan Belén, en uno; de María Talavera en otro, y de Leonor Villegas en uno más. Así, el espectador tiene contexto. También era un contrapunto para el drama y una intención festiva, como son los corridos. Después, en la puesta, Erando musicalizó y complementó con dos piezas más
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Leñero adelanta que el montaje abrirá el Congreso Internacional de 7 Caminos Teatrales, el 9 de julio en Guanajuato, y será presentado en Puebla, además de otra temporada en la ciudad de México.
Sobre sus proyectos dijo que se encuentra la escritura de otra obra, la publicación de sus colaboraciones y ensayos sobre teatro, la impresión en Ediciones Godot de otras creaciones dramáticas todavía inéditas, impartir talleres de dramaturgia y lecturas dramatizas y su posterior publicación.