Para el poeta Hernán Lavín Cerda, los poemas son como una aparición divina, una especie de milagro, porque nunca sabe quién le dicta lo que escribe.

La escritura es un eterno misterio. Los autores somos médiums, no sabemos como surgen los textos. Se los confieso, yo no quería escribir poesía, expresó Lavín durante la presentación de su libro Alabanza del amor, editado por la Dirección de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en la colección Práctica Mortal.

El autor, nacido en Chile pero avecindado desde 1973 en México, relató al público que se congregó en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, que no olvida el día de su primer encuentro con la literatura.

Fue en septiembre de 1962 cuando empecé a sentir un ruido extraño en mí que apareció en la escritura y así terminé con ese vómito del espíritu.

Lavín Cerda recordó que en su época de estudiante de periodismo, carrera que eligió con la idea de ayudar al proceso de transformación política y social en Chile, escribió una crónica pero con la poesía por dentro.

El más reciente libro de Hernán Lavín Cerda, Alabanza del amor, es una antología compuesta de prosas agudas y versos musicales que siguen un ritmo continuo guiado de una métrica limpia, escribe en el prólogo Vicente Quirarte.

En el volumen, el poeta recorre diferentes caminos por los que desemboca la poesía: confesiones, alegrías, pasiones, anécdotas, ensueños, encuentros y desencuentros; así como personajes que lo han marcado.

Hernán Lavín Cerda, quien aseguró que la poesía siempre ha estado presente en su vida, leyó varios poemas de la antología Alabanza del amor, entre ellos, Retrato de mi padre y La gran obsesión.

En su intervención, la poeta Blanca Luz Pulido, manifestó que Hernán Lavín –desde que era un niño y empezaba a practicar en el mundo su mirada poética– ha convertido su pasión lectora en una pasión escritural, en una caja combinatoria donde todo cabe y todo es transfigurado por su pluma, por el oído, el gusto, por medio de todos sus sentidos.

La poeta definió el libro de Lavín, como una alabanza de la poesía y de los poetas, porque celebra la vida y la literatura en cada uno de sus poemas.

Hernán Bravo Varela, en su turno, señaló que la antología Alabanza del amor ofrece al lector las voces internas que van configurando las vidas y las muertes, la inquietante supervivencia de la poesía.

“El paparazzo Hernán Lavín –agregó Bravo Varela– con su flash verbal ilumina por un segundo esa visible oscuridad del espectáculo humano para que las cosas brillen por primera vez”.

Finalmente, Eduardo Langagne señaló que en la obra de Lavín Cerda confluyen la vigilia, el sueño, la razón, la imaginación”.

Lavín Cerda ha publicado alrededor de 60 libros, entre poesía, ensayo y narrativa, entre los que figuran Poemas para una casa en el cosmos, Nuestro mundo y Los sueños de la Ninfálida.