El proceso de cierre del Relleno Sanitario Bordo Poniente se lleva a cabo conforme al convenio signado entre los gobiernos federal y capitalino, por lo que ya se empezó a reducir el número de residuos en el lugar, y pasó de 12 mil a 9 mil 500 las toneladas de basura que se reciben a diario, informó el subdirector de Operaciones del tiradero, Javier Licea.

No obstante, a siete meses de que venza el plazo aún no se ha definido el lugar que sustituirá este relleno ni los proyectos que se llevarán a cabo en el lugar, por lo que durante un recorrido, convocado por el Comité de Asuntos Interinstitucionales de la Asamblea Legislativa, al que sólo asistieron diputados del PAN, los asambleístas anticiparon que citarán a comparecer al secretario de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz, para que explique cuáles son las alternativas que se analizan.

Entre las montañas de basura, de 12 metros de altura, los legisladores fueron recibidos por el subdirector de Operaciones, quien aseguró que se está cumpliendo con el calendario fijado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para el cierre del tiradero, que se efectuará el 31 de diciembre de este año.

Indicó que desde la Secretaría de Obras se estudian dos o tres opciones para remplazar el relleno del Bordo Poniente, las cuales desconoce, al igual que los proyectos y las empresas que participarían en el aprovechamiento de gas metano, en un futuro, en ese mismo sitio.

El cierre de ingresos de residuos es el 31 de diciembre, pero de ahí vienen diversas actividades que dependerán de las propuestas que ofrezcan las empresas que participen. De acuerdo con la norma se tienen que estabilizar los residuos y monitorearlos. En principio se tiene proyectado convertirlo en un área verde, refirió.

El presidente del Comité de Asuntos Interinstitucionales de la Asamblea, Jorge Palacios, dijo que es pertinente una mayor transparencia en cuanto a las etapas en las que se está llevando a cabo el cierre de este centro de disposición final de basura y de los proyectos futuros.

En coincidencia, el diputado Sergio Eguren señaló que a siete meses del cierre del Bordo no se sabe qué pasará con el confinamiento de los residuos de la ciudad, cuando no es un tema menor. La basura es un gran negocio y debe quedar claro cuáles son las alternativas, pues incluso puede tener repercusiones políticas con otros estados, apuntó.

Necesitamos conocer qué va a pasar tanto con el destino de los residuos y las emisiones de gas metano, que en un momento dado podrían generar algún tipo de energía, con una vida útil hasta de 30 años, señaló.