Misurata, 11 de mayo. La rebelión libia se apoderó este miércoles del aeropuerto de esta estratégica ciudad tras librar combates con las fuerzas leales al coronel Muammar Kadafi, con lo que obtuvo una importante victoria en el conflicto que dura ya casi tres meses, según informó un vocero del Consejo Nacional de Transición (CNT) en Bengasi.

El aeropuerto de Misurata, tercera ciudad en importancia del país, ubicada 200 kilómetros al este de Trípoli y asediada por el ejército tras el estallido del conflicto a mediados de febrero, fue tomado en su totalidad gracias al respaldo de rebeldes de la localidad cercana de Zlitan. Los cruentos combates nocturnos dejaron al menos cinco muertos y poco más de 100 heridos.

Hicimos retroceder a las fuerzas de Kadafi unos 15 kilómetros. El aeropuerto está bajo control pero no está liberado del todo, ya que aún está al alcance de los cohetes de las tropas gubernamentales, dijeron fuentes rebeldes citadas por la televisora qatarí Al Jazeera.

Al oeste de la ciudad sitiada, los rebeldres avanzaban hacia la localidad de Dafnia, en la carretera costera que conduce a Zlitan y luego a la capital Trípoli.

Los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que apoyan a la rebelión en su lucha por derrocar a Kadafi, continuaron bombardeando Trípoli esta mañana. Fuertes explosiones se escucharon durante un ataque de casi una hora. Desde la noche del martes la OTAN ya había atacado un edificio de inteligencia militar y otro utilizado a veces por el Parlamento.

La Unión Europea anunció que prevé abrir una oficina en la ciudad de Bengasi, bastión rebelde en el este del país, para seguir dando asistencia a los opositores al gobierno libio, dijo la representante de política exterior Catherine Ashton.

La televisión estatal libia difundió imágenes de Kadafi en una reunión con líderes tribales, las primeras desde el bombardeo del 30 de abril de la OTAN, que Trípoli denunció como un intento por asesinarlo. En esa ocasión murió uno de los hijos de Kadafi y tres de sus nietos.

Por la noche el Departamento de Estado anunció que el primer cargamento estadunidense de ayuda no letal destinada a los rebeldes llegó a Bengasi.