Madrid, 11 de mayo. Al menos ocho muertos y daños materiales fue el saldo de dos temblores de mediana intensidad – 4.5 y 5.1 en la escala de Richter– en la localidad de Lorca, sureste. España es un país con escasa actividad sísmica, por lo que cundió el pánico en la zona afectada y temor a las réplicas.

Todo el centro de Lorca resultó gravemente afectado, con numerosos edificios derrumbados. Miles de personas tuvieron que ser desalojadas y carecían todavía de refugios adecuados.

Entre las 17 y las 19 horas (cinco y siete de la tarde), en las provincias de Murcia y Alicante se sintieron dos temblores de alta intensidad. Los principales estragos se registraron en Lorca, donde fallecieron al menos ocho personas, informó la municipalidad de Murcia, que previamente dio una cifra de 10 fallecidos; los daños fueron cuantiosos, por lo que no se excluye que el balance de víctimas mortales se incremente en las próximas horas.

El Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero envió a la zona afectada cientos de efectivos de militares y guardias civiles para ayudar en las labores de rescate, ante el alto número de edificios e inmuebles caídos.

Según datos de los expertos en sismos, el epicentro de los dos movimientos telúricos se situó en la sierra de Tercia, ubicada a cuatro kilómetros de Lorca, y afectó además las localidades de Mazarrón, Cartagena y Águilas.

Según las autoridades, la mayor parte de los decesos ocurrió cuando varias personas, entre ellas un menor, fueron golpeados por una cornisa que se desplomó.

Asimismo graves daños ocurrieron en el hospital de la zona, el Rafael Méndez de Lorca, donde decenas de pacientes y profesionales resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a otros centros sanitarios ante los graves daños del inmueble.

Los equipos de rescate buscaron muertos y heridos casa por casa, mientras que miles de pobladores de las zonas afectadas decidieron permanecer en la calle, en zonas abiertas, en medio edificios y casas derrumbadas, coches aplastados, polvo en el aire y escenas de pánico y desesperación por las calles del lugar.

Además del hospital con graves daños también se registraron varias residencias de ancianos semidestruidos, y una de ellas se desplomó durante el segundo temblor, pero afortunadamente había sido desalojada después del primer movimiento telúrico.

Unas 10 mil personas han sido desalojadas de la región, según la delegación del gobierno, citada por la televisión pública, la que añadió que varias carreteras aledañas y el tren entre Murcia y Lorca están bloqueados y el servicio telefónico está colapsado.

En todos los sitios de la ciudad ha habido desperfectos, informó el alcalde de Lorca, Francisco Jódar, a la televisión pública.

La televisión oficial española mostró imágenes de escombros en la calle y encima de los coches procedentes de la caída de cornisas y partes de muros, así como los restos del campanario de una iglesia, que también se derrumbó ante las cámaras como consecuencia de la sacudida.

Asimismo, muchas personas se preparaban para pasar la noche a la intemperie ante el temor a las réplicas de los dos sismos.

De repente el suelo se puso a temblar, mi madre llegó gritando que nos metiéramos debajo de las jambas de las puertas, dijo Emilio, de Murcia, a la televisión pública española.

Todo el centro de Lorca ha sido afectado”, añadió a la radio pública el delegado del gobierno en Murcia, Rafael González Tovar.

Estoy muerta de miedo, esto es como una película, declaró Virtudes, una doctora de Lorca, en la página web de El País. Esperamos las réplicas, añadió.

El último temblor en la región se produjo el 29 de enero de 2005, de 4.7 grados, y provocó sólo daños leves. El último temblor que provocó víctimas mortales en España fue el 28 de febrero de 1969, en el que murieron cuatro personas por crisis cardiacas.

Pero el movimiento telúrico más grave y con peores consecuencias fue el que se sintió el 25 de diciembre de 1884, de más de siete grados en la escala de Ritcher y en que se calcula murieron entre 750 y 900 personas.

Precisamente este miércoles, los habitantes de la capital de Italia esperaban un terremoto, que según blogs, páginas web y redes sociales pronosticó el italiano Raffaele Bendandi en 1923.

La supuesta predicción de un terremoto que tendría lugar en Roma el 11 de mayo de 2011, que circuló por redes sociales y sitios web, provocó pánico, paralización de lugares de trabajo y la salida de un importante porcentaje de la población desde la víspera, indicaron agencias de prensa.