Por qué debemos hablar tantos idiomas si el arte no necesita traducción: Marta Minujin
Jueves 12 de mayo de 2011, p. 6
Buenos Aires, 11 de mayo. Marta Minujin, la diosa del pop-art argentino, amiga de Andy Warhol y de Christo, vuelve a ser la niña terrible
de los años 60 mientras sube maravillada los escalones de su nueva creación: una Torre de Babel de 30 mil libros y 25 metros de altura, erigida en Buenos Aires.
Es muy gracioso tener que subir y bajar en una obra de arte
, dice esta mujer de cabellera rubia y con eternos anteojos de sol, cuyo primer happening titulado La destrucción, tuvo lugar en París en 1963.
En aquella ocasión destruyó sus propias obras, ayudada por amigos, entre ellos Christo, nacido en Bulgaria y cultor del arte conceptual que incluye prácticas como empaquetar objetos enormes o edificios.
Minujin, quien había construido un enorme Partenón de libros prohibidos, al término de la dictadura más cruenta de la historia argentina (1976/83) para marcar el fin de la censura, quiso esta vez reunir el país y los seres humanos.
No entiendo por qué tenemos que hablar distintos idiomas
, dice y agrega que de ahí la idea de unir todos los países. El arte no necesita traducción
, explica esta artista convertida en los años 60 en una de las figuras del Instituto Di Tella, de Buenos Aires.