El Distrito Federal obtuvo calificación de 58 puntos en el manejo de sus programas de desarrollo social, mientras la Federación alcanzó 88.5 y en el ámbito metropolitano se lograron 93.75, informó Rodolfo de la Torre, coordinador de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En la presentación del libro El Gobierno del Distrito Federal y los objetivos de desarrollo del milenio: nuevas metas y control ciudadano destacó que su fortaleza es su enfoque de derechos humanos para encauzar sus programas, pero su debilidad es el uso de recursos. Un ejemplo es la transferencia al programa de adultos mayores, donde 42.6 por ciento se queda en 20 por ciento de los más ricos.

Así que, a pesar de tener el primer lugar en competitividad económica, en captación de inversión extranjera y valor agregado, ocupa el octavo puesto en competitividad social, que es generar bienestar a su población, a diferencia de Baja California Sur, que se ubica en el octavo sitio en competitividad económica y tercero en competitividad social, destacó.

Alejandro González, representante de Gestión Social y Cooperación, quien elaboró el estudio, señaló que de los 33 programas existentes en 2009, alineados a los objetivos de desarrollo del milenio, se tiene un cumplimiento promedio de 58 por ciento en los siete criterios diseñados. El mayor se da en materia de legalidad/institucionalidad con 88 por ciento; eficacia, que es la correspondencia entre problema e instrumentos, con 69; y visión estratégica, alineación de objetivos, 63 por ciento.

El nivel de cumplimiento podría ser considerado medio-bajo en mejora continua, relacionado con la existencia de sistemas de monitoreo y evaluación con 42 puntos, y eficiencia económica 40 por ciento, donde se considera el desperdicio de recursos y transparencia presupuestaria.

Reconoció en el documento un “posible sesgo debido a que 76 por ciento de los 33 programas de los que fue posible obtener información suficiente para analizar la totalidad de los criterios, cuenta con reglas de operación. Estas últimas, generalmente, favorecen la existencia de un mejor diseño.

Por tanto, es previsible que el nivel de cumplimiento mostrado en este análisis tienda a ser mayor al que en realidad posee la política social del GDF, ya que las brechas de información registradas para efectos de este estudio corresponden en gran medida a los programas sociales sin reglas de operación.

Mencionó que existen tres metas que no se alcanzarán en 2015 y representan focos amarillos: proporción de mujeres en la Asamblea Legislativa, reducción de mortalidad materna y aprendizaje de lectura y matemáticas en primaria y secundaria.

Diego Antoni, director del Programa de Gobernabilidad Democrática del PNUD México, afirmó que lo que no se mide no se mejora y esa es la intención del trabajo de investigación.

Por ello, entre las recomendaciones sugeridas está mejorar la coherencia e integralidad del proceso de planeación-programación-presupuestación, la capacitación a los funcionarios públicos para perfeccionar la calidad del diseño de programas, generar un sistema de información del desempeño de los programas presupuestales y fortalecer su actual sistema de información estadística del desarrollo.