No reveló el operativo al gobierno paquistaní porque no le avisé ni a mi familia
, señala
Llevará tiempo aprovechar la información recolectada en la casa de Abbottabad, dice
Lunes 9 de mayo de 2011, p. 28
Washington, 8 de mayo. El presidente estadunidense Barack Obama aseguró que el fundador de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tuvo algún tipo de red de apoyo
en Pakistán, donde fue abatido la semana pasada, por lo que el gobierno de ese país debe investigar al respecto, en declaraciones que ofreció el pasado lunes al programa 60 Minutes de la cadena CBS, y que fueron divulgadas este domingo.
Tom Donilon, consejero de Seguridad de la Casa Blanca, señaló hoy que no hay pruebas de que las autoridades del país asiático conocieran del paradero del fundamentalista islámico.
Creemos que debió haber alguna especie de red de apoyo para Bin Laden dentro de Pakistán. No sabemos quién o qué era esa red de apoyo; si habría o no personas dentro del gobierno, y eso es algo que tenemos que investigar y, aún más importante, el gobierno paquistaní tiene que investigar
, declaró Obama a 60 Minutes.
Consultado sobre si se alertó a las autoridades de Pakistán, Obama señaló: “No le dije a la mayoría de la gente en la Casa Blanca. No le dije a mi propia familia. Si no le revelé a algunos de mis colaboradores más cercanos. No se lo iba a revelar a personas que no conozco.
Tomará tiempo aprovechar la información que pudimos recolectar en el lugar
, agregó, al asegurar que Estados Unidos tiene la oportunidad de dar el golpe de gracia
a Al Qaeda.
Rodarán cabezas
si se ayudó al fundamentalista: embajador
El jefe de la Casa Blanca reconoció que tenía sólo evidencia circunstancial de que Bin Laden estaba escondido en el complejo de la ciudad de Abbottabad, cercana a Islamabad, capital de Pakistán. Señaló que no había una sola fotografía que confirmara que el hombre más buscado por Estados Unidos estuviera ahí y que sintió preocupación de que el comando enviado al lugar encontrara a un príncipe de Dubai
en lugar del autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Defendió la decisión de sepultar
el cuerpo de Bin Laden en el mar, y subrayó que se hizo de manera respetuosa y apropiada
.
Invitado a varios debates en las principales cadenas de televisión estadunidenses, el asesor en temas de seguridad de la Casa Blanca, Tom Donilon, afirmó que no hay evidencia que permita acusar a los dirigentes paquistaníes de haber protegido a Bin Laden. Puedo decir directamente que no he visto evidencia que nos diga que la cúpula política, militar o de inteligencia tuviera conocimiento del paradero de Bin Laden. ¿Cómo pudo haber ocurrido esto en Pakistán? Debemos investigarlo. Y estamos presionando a los paquistaníes
, señaló.
Donilon dijo que los funcionarios paquistaníes deben entregar a las autoridades estadunidenses la información que reunieron del recinto donde murió Bin Laden, además del acceso a sus tres esposas.
Husain Haqqani, embajador de Pakistán en Estados Unidos, dijo al programa This Week de ABC que su gobierno investigará y prometió que rodarán cabezas si se descubre la complicidad de alguien. Habrá tolerancia cero en cuanto a eso
.
En las naciones invadidas por Estados Unidos continuaron las reacciones por la muerte de Bin Laden.
En Afganistán, ocupado desde el 7 de octubre de 2001, al menos 23 talibanes fueron abatidos y cuatro fueron arrestados por las fuerzas de seguridad, en un operativo en la provincia de Kandahar, tras una serie de ataques coordinados el sábado contra edificios de gobierno.
Además, los rebeldes islámicos dieron a conocer un video en el que aparece un canadiense de 26 años que fue capturado en febrero pasado al que pretenden llevar a juicio por presunto espionaje, a menos que Canadá acceda a ciertas demandas que, dijeron las agencias de prensa, no quedaron claras.
En Irak, invadido el 20 de marzo de 2003, 11 supuestos miembros de Al Qaeda y seis policías murieron anoche en un motín de una prisión de Bagdad, instigado por Huthaifa Bataui, acusado de perpetrar el ataque contra un templo cristiano el 31 de octubre de 2010 que dejó 46 muertos.
Además, en Pakistán continuaron las manifestaciones en rechazo a la muerte de Bin Laden en la ciudad de Quetta y la madre de la primera esposa del líder de Al Qaeda falleció en Siria de un ataque cerebral.