Lunes 9 de mayo de 2011, p. 6
París. Dos figuras influyentes del futbol francés, el entrenador del Arsenal, Arséne Wenger, y el ex jugador campeón del mundo de 1998, Bixente Lizarazu, defendieron que su país no es racista y quitaron importancia al escándalo de los planes para fijar cuotas raciales. Ambos consideraron que no había que exagerar, que al país le convenía tranquilizar los ánimos y confiaron en una salida positiva al asunto. A su vez, el ex jugador Zinedine Zidane salió en defensa del seleccionador francés, Laurent Blanc, envuelto en un escándalo por la intención de poner cuotas en las escuelas de futbol para los jóvenes de origen africano y árabe. Por supuesto que él (Blanc) no es racista. Debe seguir en el cargo
, dijo Zidane en una entrevista que publica hoy el diario deportivo L'Equipe. Varios representantes del mundo de este deporte y también políticos habían exigido el despido del estratega nacional. El Ministerio de Deportes inició un investigación del caso y los resul- tados serán presentados mañana lunes. Blanc está siendo acusado de haber planeado, junto con algunos colaboradores de la Federación Francesa (FFF), la implantación de una cuota máxima de 30 por ciento para jugadores de raíces africanas en las escuelas deportivas y centros de entrenamiento de todo el país.